dulce sonrisa, Joe frunció el ceño, se recost
aguas azules. '¡Que extraño! ¿No debería un hombre tan rico vivir en una montaña deso
con la bolsa, la seguridad la detuvo. El guardia de seguridad la miró
iguió al guardia de seguridad a la sala de seguridad para un
an
n estás
icio
que Yana se sintiera rara. ¿Es este edificio B g
artamento? ¿Cuantos años tiene
te.
ón? ¡Vete ahora o ll
aron a Yana antes de que p
r al suelo. Su piel esta
capó y reveló su cara arrogante. Se quitó las gafas de sol y miró fríamente al guardia de segurid
ríamente a la desaliñada mujer sentada en el suelo y dijo: "¿te vas
rió la puerta de
de cuero. Cuesta más de
e saltó al río. "Entonces, entonces no me
ó hacia el
ramente, luego condujo el automóvil y lo estac
ndo el ascensor. Luego le entregó la bolsa y le dijo: "Señor, aquí está
harlo ahora! Vamo
ntró solo. De pie fuera del ascensor, Yana vaciló.
ascensor y caminó hacia
es de dólares por una taza, y ese sofá de madera roja. ¿Debe costar millones? '¡Oh Dios mío!
hacer. Entró directamente, sirvió un vaso de agua y se dio la vuelta para descubr
é tu piso, ¿volveré
ene tanto miedo de que le pida dinero"