El Prometido Prohibido

r amiga, Aura de la Torre, d

se había reunido

novio, Eduardo Gómez, tamb

mbas familias pasaran la noche bajo el mismo techo. Sorprendentemente, la convivencia transcurrió sin conflictos

da más estaba aquí es porque soy la madrina de mi mejor amiga y no pod

a ir conociéndonos como familia, aunque yo no f

ra los novios, fue maravillosa la idea de hacer unas pequeñas vacaciones de conviven

legado a

de sus padres. Dejo mi maleta guardada, y salgo a dar un agradable paseo por la casa que era inmensa, cas

tener que usar bloqueador y no tener que preocuparme de que me quemaran la piel, además de usar un

pongo a pensar cua

e case con el h

mbre de m

ara mí para pensa

no voy a quedarme para vestir santos como dicen mi

i mejor amiga en la casa. Ella ha creado un precioso santuario para ellos en ese sitio. Anabella era amante de los animales silve

atos bebes le seguían a donde quiera que ella fu

ta venir

ión, sobre todo en esta parte de la casa, porque hasta había un pequeño puente peatonal que se elevaba sobre

culos por el agua, siento unas manos, agarrarme con delicadeza de la cintur

nios hací

entí una incomodidad difícil de explicar. Había algo en él que simplemente no me gustaba, una sensación extraña, casi como si su sol

ncómoda, er

cial de tu vida, como tu mejor amiga, no merece estar para nada al lad

- pregunté después de alejarme de él al momento de reaccion

ya sabes, el novio no puede estar presente - él respondió con inocencia, creyendo que el tono d

distancia, que estaba un tanto más cerca de lo que debería, y

s conocimos, siento que... me evades, es como si no

ceja, lo mir

o seas,

iene todos los millones d

n la alta sociedad, todo el

ué no lo quie

él sí lo era, puesto que él estaba totalmente acostumbrado a ello,

ra mí era compl

uejé, tratando de cambiar de tema de conversación. Pero lo que dijo a continu

ientes amor por mí? ¿Deseo por mí? ¿Te parezco irresistible y prohibido p

rodeándome de esa manera me hacía sentirme culpable, aunque todavía no sucediera nada entre nosotros, y yo esperaba

mis mejillas

ómo res

pleto y él me mira como

que lo peor ocurriera, un

ra la Anabella, la madre de mi mejor amiga. Acercándose a noso

on naturalidad delante de la madre de mi mejor amiga, no querí

iendo como niña chiquita hacia ella porque me