ga a cenar y quiere que la acompañe. Sabes
pasen los años jamás desaparecerá. Sasha es su hermana menor, es encantadora
Va
lo recompensar
la loca de mi he
le respondo con
en mi dep
r abre la puerta de la limosina y entro. Recuesto mi cabeza y cierro los ojos por un momento; la mujer del aeropuerto llega a mi mente y sonrío. Las calles de Madrid están repletas de fam
espacios cerrados y evito los ascensores. Al llegar frente a mi departamento, abro la puerta y entro. Voy hasta la cocina, abro la nevera y bebo un vaso de agua fría. D
jan
y afu
e mi departamento y bajo las escaleras. Llego a la salida y Alejandro está recostado en su carro, me
que no venía a ese lugar, y la verdad es espléndido. Llegamos y bajamos del
dice-. No entiendo p
guntando desde que sal
guafiestas
estar aquí. No te
i pregunta, una voz nos hace girar y m
-dice Sasha. Saluda a su herman
us ojos no se apartan de los míos y un escalofrío recorre todo mi cuerpo. Jamás pensé
sento a una amiga, Serena Kendall -Una sonrisa aparece en sus lab
igo. Alejandro arquea una
-dice mi ami
nocerlos -no
s dirige a nuestra mesa,
te hizo venir a España?
es el mejor lugar -nos di
ebe de su vino-. En España encon
na n
ta para una r
a a mi amigo sin entender sus palabr
boca -reprendo a mi
portar tu mal humor es
evitamos escuchar
mi mirada detalla lo hermosa que es su
eron reír, mucha falt
con un carisma que me dejó con ganas de conocerla aún más. Nos levantamos para
rtar como el príncipe azul que toda mujer merece,
ta, solo quer
zos-. Así sucedió con
y que es el deseo de cualquier hombre, incluso el mío. Pero lo que menos deseo es tener una relación y salir lastimado. Alejandro
*
desorientado y llevo
estoy? -
pesado, amigo -palmea mi espalda- Es mejor que te ba
cual me molestaba mucho, no podía permitir que mi mente estuviera ocupada en otra cosa que no fuera la medicina, mañana volvería al hospital y debía estar concentrado en mi trabajo. Llegué a mi piso. Abrí la puerta de mi departamento y entré, las