la puerta del conductor para refugiarme de este frí
ando sali del edifcio de oficinas donde trabajo el aire
ar que las llaves se me caigan en un cha
aber sido tan tonta por solo haberme tra
arde, aunque lo hubieran dich
dici
har y mi pantalón negro se ro
mblorosas, mojadas y sucias manos que también me mo
na pasan justo en ese mismo mome
inan tomadas de la mano bajo un para
as y ambas se suben al auto ayudadas por un hombr
scena hasta que dentro del auto se escuchan risas,
rzo a hacer que la llave entre en la maldita cerrad
rta, aviento mi horrible y gastado bolso asiento del pasaje
der ponerme en marcha h
ontas llaves y mis torpes dedos el
son las nueve en punto de la noche y sigo estancada a varia
n buen rato tomo mis cosas y me apresur
uz puedo ver mi luga
porque sigo viviendo
ue esto con el miserable sueldo que obtengo despu
y no estoy en la calle durmiendo con este
arrastrando los pies me dirijo a la mini
, me acomodo en mi sillón para leer uno o dos capítulos de este nu
amor desmedido del protagon
bsesión de alguien c
que no hay nadie más c
y casi tirando al suelo el libro abierto en la página que sup
semana malditos es
scentes de unos cuantos dep
de que casi son las doce de la noche y todo está más tranquil
nen mas que harta con sus fiestec
ines de semana desde que se mudar
as buenas que bajen el sonido de su estruen
lo una vez les pedí amable
ra que bajaran el volumen, pero se rieron de mi en mi
enen que hacer tanto
astardos hi
da en mi cama tapándome l
las calles, las risotadas de hombres y mujeres, botellas rompiéndose
tores, cánticos que no entiendo pero cada vez ma
ito d
no a la oficina y q
de mi rabia pero me detengo cuando se escucha y se
mina todo después del horr
erte no se rompió en mil pedacitos cuando peq
asomo por la ventana para int
emente es...apocalípt
ra indescriptible, calor, hu
tétrico espectáculo, chicas llorando del
cabo la ruidosa fiestecita ahora es solo
as llamas que se elevan hac
bend
as vecinas porque también están vestidas con pijama y bat
me de la belleza mortal de las flamas que par
os nos hacen girar la cabeza para que podamos ver su l
hachas en mano y gritan fuertemente orden
s para que suelten las ma
n de gas lo que ocasionó que
es sucedió a esos buenos
e preguntarle algo a los policías, por lo qu
ninguno de ellos
n a todos despiertos con sus parrandas, gritos, mús
en que no l
es, porque la verdad es que odiaba que esos juniors hicieran
extendidos no le hablo a
prano en la mañana al trabajo, pero nunca, ni por equivocación a
o permiso para que organizaran una fiesta relámpago por la vi
do permiso me recordó tanto a mi hijo q
lindo e
esos monstruos ruidosos cuando de repente otra explosió
todos los curiosos que se habían
el fallecimiento de los chicos pero la
siento extrañamente feliz de que se haya terminado
***By Liliana Si