o si el cielo no supiera que una tormenta se estaba ge
dentro, cada paso era una decisión calculada. Había dormido poco -si es que cerrar los ojos y repasa
a aún. No sin te
-dijo con una sonrisa
o cómodo que ella conocía tan bien...
guntó él, sirviendo t
ángel -mi
ecta: él comentando sobre el nuevo supermercado del b
to de cada palabr
edias verdades y mentira
fresa con el tenedor-. ¿No tienes nada nuevo
una ceja co
que no h
ida muy privada. A vec
ía en la mano se detuv
ar mantequilla con
etos es parte de cu
ada unos segundos m
simplemen
ngo q
– Torre Velez,
ra, Alma revisaba una lista de nombres. Todos los accionistas registrados de Theia Corp. El nombre de Leonel Duarte no figuraba en los papeles visibles, p
que más deseaba derrum
en creía
Duarte
u vida compartida ha
decisión de se
ante a involucrar
tes disfrazadas de cu
omentos ahora pare
bajo d
aje a fue
. algo la golpe
iraba c
onocía de una fo
engaño... o se hab
o – Oficina s
e Astra estaba moviendo fichas. Una absorción parcial de una empresa satélite de
a su asesor de seguridad-. No
vamos
laptop y se que
er hasta dónde es
ué arri
davía puedo salvar lo que te
destruye
ía enmarcada: Alma y él en Pa
no tenía na
me destruya ell
La cena de l
ró una cen
, vino tinto, un
fecta de un h
a con una mezcla
lla había
suave, má
iado
hoy? -preguntó él
tos. A lo que uno guarda
lzó las
¿Que los secr
cultan traición...
n silencio. El v
como si todo
era diseñando su caída con c
la al final-. Pero si a
ranco el alma con
uió fue más pesado