d para trabajar, pero aún no tengo edad para llegar d
o que ves ?. Me río a ver mi refl
i cintura pequeña con el vientre plano, mis pechos siguen siendo pe
y suavecito me gusta cada vez que toco mis labios
e mi familia no tenemos dinero, pero no me
da de mis vestidos sencillo de finos tiros de color amarillo y sin sujetador porque no me hace
ocho años y no teng
so dulcemente est
que seas mi mami -
os chicos, Verónica. No eres ya una n
reocupes por nada. La señor
ladeó l
on un tanto extrañas, aunque siempre veo esa casa llenas
hí para ayudar con los quehaceres de la casa - miró
ñora Mary quien vivía a cuatro cuadras de su casa. L
las casas más hermosas que estaban. También ella y su prima Rebeca eran hermosas y l
la voz de la señora
señor
te quedes e
tro, las paredes pintadas de blanco, a juego con las cortinas, hacía
o sacado de las revista que siempre leía. A
ensamientos. Con su mano en mi espalda me
me dijo mirándome como si
rojé u
i cump
puso fue d
azó y me gustó porque se sentía sinc
me jaló de nue
vo, pero esta vez, dándome un bes
a reír c
erto –
r el trabajo hoy que es un
me encogí de hombros
icamente mi mano fue hasta su mejilla y la acar
al de tener algo para i
solo harás poca cosa – me dijo –
olo me iba a necesita
puedo hacer para
abrazarle, pero esta vez, cuando
las, unas pocas prendas de ropa interior, que cuando las puse en mi ma
el almuerzo de vez en cuando se acercaba al l
a una mujer hermosa apenas es
nando cuando entró d
me dijo – v
í mismo, pero me sorprendió que estaba m
a reír – es solo bistec, arroz
mesa y me extrañó que lo hicier
nte como sola – hizo gesto t
que
Como de donde era mi familia, mis padres, si estudiaba que más hacía. Le conteste todo y ah
erminado co
unas cuantas p
los lavaré y te dejaré el dinero debajo del ascensor – la mir
os platos en el fregadero - voy a terminar mi
pude ver mi pago en un sobre debajo del arreglo. Casi se me salen los ojos habían t
por lo grande que era. Hasta que escuche u
de una chica joven – al entrar en l
señora Mary – entiendo, per
no estaré contigo hoy
uerdo,
s apasionados, no pude aguantar más y c
rito lo que estaba vi
cama y la señora Mary so
a esto, Mary-
ra Mary bajó hasta el sexo de la chic
itaba – Mar
a de dentro d
eña, te complaceré – v
nte empapaba mi sexo. La boca se me secó. Mis pechos dolían. No sabía que estab
ma y la señora Mary gruñía co
ñaré es
fuerte y hacía so
exo, al punto de que era doloroso. Con mis piernas cruzadas, frotaba mis muslos la
s. Apreté más mis muslos y me sostuve con la pared y comencé a mecerme,
pequeña, espero que no me olv
nzaba a gritar cosas incoher
a Mary seguía en su s
bre, cerré mis ojos y me imaginé que e
erpo comenzó a convulsionar mi matriz dolía y
rcajadas sobre la chica y alineando su sexo con el de ella
itó, luego el gemido de la señ
ue au
miraron en ese mo
– dijo la s
- preguntó ahora
trecortada y con las piernas
chica que se levantó de la cama y comenz
n el cuerpo desnudo fue al cuarto de baño por u
ete – le acarició el ro
o y se despidió de la señora Mary con un b
pero yo no podía
ma y me hizo gesto para que entrara a la h
ándome? - aun con la pr
e a darle las gracias por el pago y porque inc
lo corto rubio, el rostro perfilado, el cuerpo que tenía todo at
eocupes. N
ad no me
trabajo – enarcó una ceja – si quieres,
no est
decirle a nadie lo que pas
ada – no lo haré, p
nta – me miró un poco serí
tomate. Ella soltó una carcajada
s lo dice todo – puso su mano sob
– me gustó m