img Vendida Al Mafioso: Entre El Amor Y La Venganza  /  Capítulo 3 El Horror Transformado En Persona | 60.00%
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Historia

Capítulo 3 El Horror Transformado En Persona

Palabras:1023    |    Actualizado en: 19/04/2025

ágrimas silenciosas caían por sus mejillas. Sintiendo culpa por no poder protegerla de las garras de Assim... Con

ercó a Jim, con los ojo

lvarla. Sé que no es tu especialida

le el hombro- Haré todo lo que pueda. Ve por

que, al fin, lograron estabilizarla. La llevaron a su habitación, donde

uños en silencio, conteniendo la furia mientras el hombre entr

rito ahogado, sin saber que estaba sucediendo, con los ojos desorbitados por el terror de solo mirar el rostro de Assim. Con

ó con voz venenos

ginaba lo peor. Cerró los ojos con fuerza, intentando controlar

uró mientras deslizaba su repulsi

aún adolorida, pero él sin importarle nada, l

omplacerás cuando yo

edo, lo miró con ojos

ías lastimar a nuestro bebé... -Apretó los puños, so

nrisa burlona ante ella, Acarició su rostro con falsa dulzur

pezaste" en la sala y perdiste al bebé. ¿O y

an su visión mientras se agarraba el vientre con fuerza, no podía creer que

nuestro hijo! ¿Por qué? - Su llanto retumbaba en la casa - ¡Él no tenía l

que recorrían la casa. No pudo soportarlo más y Huyó al establo, donde descargó su furia

, Jim lo encontró e

onios haces? ¡Está

r llevármela lejos de ese monstruo para que ya no le haga más daño... pero no puedo, desgraciad

e sumergía Emilio, solo se arrodilló

sospechará de tus sentimientos por Amira, además, Si intentas e

endo cómo él, la viola y la golpea día tr

pali

su voz se quebraba con cada palabra - ¡Podría morir de una infección! Y ese desagracia

lo agarró de la p

tó Emilio, agarrándol

rave que está Amira, sabes muy bien que podría matarla

facer sus deseos asquerosos y sadomasoquistas. No te arriesgues inútilmente. Probablemente ya terminó con

oz de Assim retu

¿Dónde dia

amente el rostro y corrió hacia la casa. Ass

para que holgazanearas, ve a vigilar su cuarto ¡Y no dejes que esa pu

ó suavemente a la puerta. Desde dentro

me sola -suplicó Am

milio. ¿Pu

me veas así...

a yacía desnuda en el suelo, bañada en sangre. Corrió h

nervioso mientras buscaba desesperadamente sus herid

ra, aferrándose a su brazo como a un salvavidas

a voz de Jim reso

¡Necesit

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