DE LA
ítu
patrici
y mi trabajo consiste en prevenir, afrontar y reducir los daños al medio ambiente. Tengo 25 años, soy
na familia hermosa, mis padres, mi hermano mayor y mi hermanita que tenía 19 años.
ontarles desd
.
, empezó a prohibirme las salidas, los amigos, hasta la manera de vestir. Muchas veces le dije que eso no era amor, el amor no exige, no pone condiciones, no te cambia la esen
a. Me dolía, a veces pensaba que tal vez hubiera podido hacer más por ella, pero tantas veces insistí con lo mismo. Le dije que él no era un buen hombre para ella, le advertí tantas veces y el
que lo hacen por los niños, lo veo como simples disculpas, solo les están haciendo daño. La verdadera razón es porque ellas creen que sin un hombre no pueden sal
cuando él quiera. Y si es una niña, entonces ella pensará que tiene que dejarse maltratar de un hombre, que es de su prop
a una mujer no merece ni segundas, ni terceras, ni cuartas oportunidades. A una mujer no se le to
.
a una mujer muy guapa, alta, piel blanca, cabello negro y ojos del mismo color. Una rel
zó a cambiar. Terminé mi carrera y empecé a salir de excursión con mis compañeros. Eso le molestaba porque ella me que
de salir con alguien no quiere decir que perderemos nuestro espacio. Se lo dije muchas veces, tendremos nuestro tiempo
ar en la persona con la que estamos no podremos vivir tranquilos. Porq
sacrificios por ella. Me pregunté, ¿qué tipo de amor es ese? Que te pone condiciones y te exige que dejes lo que te gusta. ¿Cómo pretendía cambiarme? Si cuando me conoció sabía com
is amigos porque se molestaba, no podía saludar a nadie porque no le gustaba, eso me tenía cansado. Además tenía la amarga experiencia de mi hermana, termin
idad porque iba a cambiar, pero no, cada día era peor. Cuando algo se rompe no tiene arreglo, a veces es mejor soltar eso que tanto nos
fin del mundo. Duele y mucho, pero todo en la vida son solo momentos, tarde o temprano pasará. Er
tros los seres humanos que lo volvemos desastroso, el amor
entrenar. Revisé mi celular y como todos los días lo t
tsA
. Bárb
endes... mi vida sin ti no
Me quiero morir, prefi
o le respondí nada, solo la ignoré. Creo que dejaré de creer en el amor así como no creo en tonterías de gatos negr
o regresarían a cobrarle a su asesino, que loco. La verdad no creo en esas cosas, sé que hay un Dios que todo lo puede, pero del resto solo creo en lo que
Marcos, Carlos, Rafael y Orlando. Yo trabajaba co
ngeniero
ingenier
ngeniero
ingeniero
su trabajo. Todos los fines de semana querían salir de parranda, eran unos locos. Estábamos planeado desde ha
o, son 8 horas en auto desde Medellín para poder llegar a Turbo Antioquia. Luego teníamos que alquilar un auto todo terreno ya que
horas y por último para acabar de internarse en la selva, debíamos caminar una hora, mejor dicho toda una excursión. Iríamos a
, dicen que hasta la llorona debe aparecer en ese lugar. Ellos creían en esas tonterías, eran unos miedosos. Rafael y Orlando eran relajados como yo. Solo sonreí de sus pensam
enis blancos y salí al parque a cumpli
escuché det
bello recogido en una cola alta, estaba pálida y
es aquí?
sé que siempre vienes aquí
la dejé, no quería seguir
eo que entre nosotros no
Soy un guiñapo andante, desde que terminamos
uello con sus brazos, traté
í dos pasos-. Esto no es amor
lo con desesperación-. ¿Acaso puedes mete
ar. Empezaron a acercarse para presenciar dicho espectáculo. La tomé del braz
a! Tú aquí haciendo deporte, imagino para que otr
sar con claridad, no entendía en qué momento el parque se llenó de
n mirándonos -mascullé e
-levantó la voz con más fuerza-.
que estaban ahí. Me acerqué y la tomé de
r! Vamos a un lugar más tranq
a los escándalos, no podía permitir uno más, menos a la vista de tantos mirones, donde creerán que el villano soy yo. Se aferró de mi brazo, todos se
ndía porqué le costaba tanto trabajo entender que lo nuestro se había acab
inua
a historia será muy diferente a todo lo que acostumbro a escribir, ustedes
los q