ítu
rmoso paisaje de Rumania, con jardines exquisitos, en el interior de su estructura simple y
ntermitentes en mi pecho....respiro profundo nada pasaría, repetí varias veces en mi mente, me inclinó para tomar una flor, la acerco a mi rostro dejó que su fragancia invade mis sentidos, su aroma es agridulce, pero hay otra esencia indescifrable, me c
me...!.-Gritaba e
pesar de todos los rasguños y el aspecto demacrado se podía visualizar su delicadeza y sobre todo el temblor en
eguntarle y satisfacer nuestras inquietudes, la madre superiora llegó en ese preciso instante, tomó la joven y se marchó con ella, seguida
un crucifijo, arrodillarse al pie de su cama y comenzar a rezar, luego fu
Ma
ia p
nus
tu in mu
fructus vent
aría, Ma
nobis pe
ora morti
-Dice Ana con un leve susurro después de que termi
s, brujas y mil pestes más? no estamos de humor para eso, ¡entiendes Ana
aba acostumbrada a que consideran sus historias absurdas, incluso yo me negaba a
había salido antes del atardecer con su familia para el río, tenían un ritual, de regreso lo tomó la noche y fue hay que extrañas criaturas (hombres, pálidos, con alas) los habían atacado, matando a sus padres y hermanos, era enfática cuando describe cómo clavan sus enormes colmillos en sus gargantas, succion
tal vez este sea un buen lugar pa
a...esa mujer lo trajo, ¡está maldita!
ándome a ella. Tan cerca de ella noto su mir
anos y solo al
erta para acompañarnos a la Capilla. La misa fue como de costumbre, con sermones, rosarios, recordatorios de lo agraciadas que éramos por escoger la vida santa, aunque no era mi caso...en unos meses sería mi consagración, dejaría de ser una s
se notaba más tranquila, ya aseada, con ropa nueva, aunque la angustia seguía tatuada en su rostro, pasamos cerca de ella la saludamos discretamente y seguimos nuestro recorrido. Po
uertes sacudidas, ahora con más intensidad, la tierra temblaba, todas gritamos y decidimos correr, nos tomamos de las manos y entramos a la capilla, si era un demonio no se atrevería
ro escondite ... .la mire con rabia mientras se escondía, me hizo seña con las manos, pero hice caso omi
r sus temblores...yo en cambio me quedé parada esperando mi muerte, n
volando hasta atravesar algunos de los vitrales, los crista
mo él, uno de ellos llevaba en sus hombros la chica que había llegado pidiendo ayuda está mañana. Mi terror aumentó cuando el más grande entró a la capilla, con sus ojos rojos clavados en m
stro estaba a unos centímetros del mío, me miraba con aspecto de burla...Era mi fin, me resigne, moriría...cerré mis ojos y esperé sentir sus colmillos enterrarse en mi cuerp
rdo escuchar dos palabra
ÍA.
n
ei
r Fer
significante humana, la cual había aprovechado un descuido y se había escapado en la madrugada. Dejé de recriminarle por su falta de tacto y me ofrecí para buscarla, debía aparecer viva o muerta, no tenía el derecho a semejante humillac
s. -Me dice Elioth m
muy lejos, Tampoco descarto la posibilidad de que haya sido raptada por vampiros. -Le
mates, incluso podrían debilitarse y hasta llegar a morir sí estaban separados por un largo periodo de tiempo. Por suerte yo no tenía la desdicha de tener mate, La diosa Luna se había olvidado de mí, pero con esto me había dado la oportunidad de no tener debilidad, a falta de una luna me ten
fue evidenciando lo que sospeche cuando llegó, me observó con descaro, proyectando su aroma de loba en celo,"me deseaba" yo aproveché esa misma noche, la cogí hasta el cansancio en medio del bosque, pensé que solo sería un polvo furtivo, uno muy delicioso, pero que al final me dejaban vacíos como todos los demás. Cuando la vi marcharse al otro día con su herm
eptaría una humana o una loba Zorra/trepadora como Sharon que al final se conformó con ser la f
lara, pensamos dividirnos, lo cual no hizo falta, cuando el lobo de Elioth tomó posesión de él y este empezó a correr en una dirección que jamás sospeche, le indique a los demás que lo siguiéramos, eran buenos indicios, duramos cerca
cilé, y miré a Elioth con autoridad. Estaba prohibido cruzar esa muralla, era tierra santa, tanto brujos, lobos y vampiros habían respetado esas reglas desde hace más de un siglo cuando habían comenzado a construir iglesias en esa parte del bosque. Al principio las restricc
on hasta este muro. -le dije esperando que hicie
aredes Alpha?. -preguntó Frederick, uno
mía que pudiera cometer una locura. Eso me preocupaba, no era para menos, no solo era mi beta, también mí único amigo, debía hacer algo. Me acerqué a él, tenía un plan pero debía esperar, por ahora solo tenía pensado subir hasta lo alto de
o con agilidad entre los árboles, luego de un salto llegué a la cú
esa solo había uno y estaba ubicado ,muy cerca del m
tructura. Campanarios decoran los rascaciel
ado, haciendo juego con el huerto y su jardín cursi, tanto mi lobo como yo nos sentimos emplazados al ver tantas
s, como cerezos, ciruelos rojos y muchas florecitas, por la pinta dulce del lugar hay sólo podían vivir monjas, si debía ser, agite
ndos estuvo
esperaremos que salga para atraparla, ya debemos
saliendo. -dijo Elioth
ocultaba tanta tela? Levantó el rostro ya más cerca de nosotros pude estudiar su facciones, tenía un rostro exquisito, enorme ojos almendrados color turquesa, coronados por espesas pestañas, esos labios carnosos, sentí lujuria al imaginarme besando, mordiendo sus bordes y ponerlo a chupar mi virili
unque su cuerpo era un mis
lamar en voz alta, i
o mi beta, esperando una confirmación p
ido con mi decisión de no tomar la novicia, decidió accionar, tomó el control total de mi cuerpo, tronaron los
lugar, corrí hasta donde podía sentir con más fuerza su olor, cruce uno de los pasillo más angostos, el terror que vagaba por los aires era excit
quí maldita
para atravesar los vitrales y volverlos añicos. Ella estaba parada, de forma d
pude evitar reírme de su ingenuidad. Estaba tan cerca, su belleza era como un res
nstante, era lo mejor, me evitaría lastimarla. Me gire, mi bet
en el aire, pero mi deseo de posesión me cegaba de egoí