sensación de pérdida abrumadora. Recordé
yendo de este infierno. Pero ahora... ahora estaba atrapada en una farsa de boda
primer aniversario, un pequeño dije de obsidiana que supuestamente protegía de las malas energías. Él lo había usad
rante años, representó mi amor, mi esperan
segundo, lo dejé caer. El sonido sordo que hizo a
que lo acompañara a casa de sus
a, nunca me había aprobado. Me mir
? ¿Una boda? ¿Con ella? Pensé q
andro, incómodo. "Sofía está
tó una risit
años? Esta chica te ha dedicado su vida, y tú la tratas como a un fel
tuación con tanta claridad, aunque
o se pus
is decisiones! ¡Sofía y yo nos vamosla causa de la discusión,
a! ¡Dile que
a humillación de los últimos días se
a la verdad, Alejand
hacia
re casarse conmigo porque cree q
descompuso. Pasó del e
s diciendo?", sus
¡Le conté que me diagnosticaron cáncer terminal, y de repente, después de diez años de
llevó una mano a la boc
razo, su rostro pá
cálmate, hablemo
¡No hay nada que hablar! ¡Querías casarte
o, vi un destello de genuino dolor
cuando me lo dijist
te, su teléfono sonó. Vi
ont
biera nacido en ese segund
mal? ¿Te falta el aire?... Tranqui
a por ella borrando cualqui
Camila me necesita.
viéndolo elegirla a ella una vez más. Incluso creyendo
de mí. La decisión estaba tomada
l de Alejandro. Estaba lleno de fotos de él y Camila. La última era de esa misma tarde, despué
ndo a mi alma gemela. El ver
la sangre
o de publicaciones sobre su "lucha", su fragi
una selfie con aire lángui
on otra mujer. Una mujer con 'cáncer terminal' cuyo corazón, casualmente, es muy co
cuenta anónima que
e Alejandro y comenté
e los papeles de donación a tiempo. Sería una pena que tu verdadera 'al
icar" y apagu
arga se dibujó
solo el p