", mi restaurante, mientras celebrábamo
fía, mi esposa, entró con Javier, mi
oltó Sofía, anunciando que yo había ocultado
alrededor mientras veía a sus buitre
iéndome con furia: "¿Qué demonios están
te dio la vida", me interrumpió So
?", le espetó Mateo, rompiendo mi fa
aben que nunca pudiste tener hijos,
iferaba la tía Elena, mientras los parás
aquí!", ordenó Mateo, con una autorid
que aclararía "todo" y sentir la mano d
uiénes somos", le susurré, mientras mis o
di gusto a la víbora: "Sofía... si e
único que te queda", respondió, con la clar
rían mi dinero, mi alma. Pero ese