esparcieron por toda la oficina como un incendio, cada pa
, su expresión era de una ternura que yo no había visto en mucho tiempo,
ianoche, solo para recibir un mensaje frí
tra" era consolar a su que
estro matrimonio, cada vez que Isabella se sentía
al, siempre era la
loroso enredo fue una men
que su familia no podía permitirse y que no estaba disponible para el público general. Mi familia, sin embargo, tenía los contactos y l
embarazada, forzándolo a casarse conmigo, solo así, como su yerno,
uncionó, Mat
o una consecuencia in
ente tuvo un colapso nervioso y, en su estado vulnerable, fue agr
y de una desconfianza glacial hacia mí, él creía que mi "matrim
mi sufrimiento, m
zón y su confianza, te divorciarás de él y aceptarás el matri
ia, un hombre bueno y leal, pero mi
que mi amor y dedicación podría
ba, y cada día era
as me sacaron de mis recuerdos, sus mir
erando a un hombre que cl
lo obligó a casarse, es n
o ignorarlos, pero sus pala
la puerta de mi ofic
os e hinchados, como si hubier
ofí
previo aviso, me abofet
mi cabeza se giró bruscamente
todos en la oficina en sile
steniendo mi mejilla adolorida, m
yo estábamos juntos anoche y aun así lo llamaste sin
dícula, yo ni siqui
defenderme, una figura alta y
Ma
aquí?" su voz era
rió hacia él
do de nuevo, dice que soy u
un destello de preocupación en sus oj
la mano, como si
io un vuelco
no, y su expresión se endureció de
r calidez. "Si te duele, ¿por qué no aprendes la lecc
olpearon más fuer
ía sentido se desvaneció, re
apenas un susurro. "Fue ella qui
a, aferrándose al brazo de Mateo.
ención estaba completamente en l
idio. "Ya has mentido una vez para casarte
dos en la oficina,
u culpa, Isabella sufrió un trauma terrible, te debo mi vida, sí, pero también le d
hicieron más fuertes, ahora t
r en mi mejilla no era nada comparado
sabría
mentí sobre el embarazo no fue para a
no quería que nuestro amor se basara en la
aro que eso nu
mi bolsillo, era un
a punto de terminar, ¿h
consolando a Isabella, si
estado conteniendo fina
me sola en la oficina, arrodillada en el suel
la vacía que se suponí
velas y me puse el camisón de
que volviera a casa, de que pudiéramos
ada la me
a mí esperándolo, su rostr
es tod
mos cenar juntos,
a risa fría y
o ganas de una cena romántica? Vete a la habitación de invitad
su estudio, dejándome sola en el comedor, con
cómo la última pizca de c