jaba una falsa preocupación. "¿Qué pasó? ¡Oh, Ericka! ¿Ahor
demasiado rota para defenderme. ¿Qué sentido tendría darles una explicació
. "¡Respóndeme! ¿Pretendes comprar una tumba? ¿Ahora nos
absurda que una risa histérica surgió desde mi pech
do mi brazo con fuerza y llevándome afuera. "¿Crees que morir resolv
ra a pocos centímetros de la mía
como si mi cuerpo flotara, y luego se escuchó un crujido grotesco cuando golpeé los escalones de pi
re mi rostro; ya era de noche y yo estaba tendida en un charco de agu
jaron allí
mi pierna estaba doblada en un ángulo antinatural. Intenté lev
o roto por el barro y la lluvia, dejando un rastro de sangre detrás de mí
o cómo logré detener un taxi; el conductor me miró horror
o cuando finalmente ll
la sala, acechando desde su
metiste esta vez?", preguntó con un
enyesada, mi cuerpo temblando por el agotamie
istió a la vez que se leva
de cargadas de desesperación trazaban cam
sfacción. Complacido con mi angustia y vulnerabilidad, se dio la vuelta y subió
na lujosa fiesta en un yate; el propósito era ce
n asistente notara mi presencia; desde la distancia, observé a Hailie, quien lucía radiante en un vest
o un brazo para abrazar su cintura de manera posesi
antes eran mis amigos y ese hombre algu
explotaron en el cielo, estallidos de color que parecían burlarse de mí. La multitud se
zotando el mar en un frenesí. El yate se balanceó violentamente; alguien tropezó conmig
poteo cerca; al volverme hacia esa dirección, vi que Ha
e mi voz no fuera tragada por el v
con rostros frenéticos; al siguiente insta
eranza desesperada; por un mom
mí; avanzó más lejos, sin a
ó y la ayudó a tomar el salvavidas q
ándome mientras me hundía bajo las olas.