a Sa
año
Acapulco y las preciosas playas llena de turistas y personas que disfrutan de perfectas vacaciones. El sonido
dose por la puerta – necesito que lea
publicidad de mi amigo Grey, una empresa que se ha extendido con lo largo de los años y le ha ido muy bien. Mi trabajo consiste en obtener fotografías de chicas ya sea al aire libre o en un estudio, fotografías creativas o espontaneas. Diversas
i ordenador e hice un mohín triste – Está bien, lo firmaré pero será la última vez que
mi padre me enseña todo lo que tiene que ver con contratos y su firma, como distinguir un buen contrato y los que pretenden perjudicarte. Al llegar la hora de salida ya había firmado los tres contratos porque tenían muy
os
id, E
e serio con sus manos cruzadas tras su espalda esperando mis órdenes. Suspire f
haciendo que alzara s
– respondió mir
n mi oficina por los problemas en Barcelona – asintió escuchándome
o que saldría por unos días y que si usted necesitara de él lo c
hagas algo por mí – Su rostro mostro
– sonreí de lado tomando los papel
ñorita quiero que me traigas de nuevo el sobre – le extendí la fotografía de esa guapa mujer que me traía por completo en las nubes – cuando logres conseguirla volverás a Madrid y me la en
re tranquilo mientras mi mente dibujaba
uedes irte –exprese notando la segunda
la oficina mientras mi dedo acar
er mi
a Sa
odee los ojos viendo a las botanas sobre la mesa y los gritos de los cuatro hombres de mi f
e desde el sofá, comencé a caminar hacia el d
pá me sonrió para luego soltar un
arlos quien recibió una palmada en su cab
ido acercándome a él dejando un beso en su
iel – opino James llevándose una cer
iota, yo soy mejor que Calorde lloriquear marica
de mierda – negué divertida colo
moró de otro hombre y decidió escapar con él. Dejo a mi padre a cargo de cinco adolescentes a quienes crio hasta nuestros días, y nos enseñó muchísimas cosas con su constructora, una de las mejores en
s discusiones de mis hermanos note qu
•
las coloque caminando hacia el pasillo escuchando de nuevo el maldito timbre, maldije porque de seguro a Daniel se le volvieron a perder las llaves. Baje los escalones rápido con cuidado de
algo? – pregunte ad
cí mi seño viendo de pies a cabeza, traje negro
ente formal y con lentes no es nada bueno, abrió un sobre y del saco una hoja que me extendió – ¿A
jeta por si no me cree – la tarjeta decía su nombre, (Joseph Rodríg
arjeta de crédito señor – neg
sten con lo mismo de nuevo, ya sabe que somos varios asesores – asentí y tomé el lapicero firmando al final de la hoja, segundos después mi vista se dirigió a la mitad de las líneas de la carta haciéndome sentir con
sin aliento... No era cua