psiquiatra y socia de la fundación psicología y ayuda "Amanecer"; había sido un embarazo no solo deseado, habían programado cada detalle presente y futuro de los mellizos
ientos del cuerpo médico en aquella sala alertaron a los padres, uno de los pequeños, dejo de respirar, la angustia del momento no le permitía al doctor Alonzo razonar, cuando volvió en si solo pudo escuchar la voz de su colega – lo
ón de la clínica, había una mujer con la mente perdida, no pudo aceptar la perdida de aquella pequeña y simplemente pe
ayudaran y la trajeran de vuelta, pero eso jamás paso, ella hablaba, respondía preguntas, era aparentemente
que no abandonara su tratamiento y debía estar pendiente de ella y el pequeño Rich
tó y abrió la puerta al jardín donde se encontraba una gran alberca, sin percatarse que aquel pequeño salió por aquella puerta la enfermera regreso para dejar los utensilios en su lugar y extraño al pequeño, corrió hacia la alberca con un mal presentimiento y un grito de auxilio hi
ignarse a que estaba perdida y esa situación podía ser un riesgo para su pequeño hijo, por lo que decidió internarla en una clínica con todas las com
madre e hijo; cuando Richard cumplió los seis años, empezó a tener una figura materna en su casa ya que su padre se casó con una her
cosas grandes porque había sido un sobreviviente después de todo lo que había pasado; aunque Richard amaba a Alessandra, nunca la llamo mamá, pero ella lo entendía perfectamente, él conoc
dios a una muy corta edad, con quien sentía que podía tener conversaciones inteligentes
rlos, Richard asintió con la cabeza en señal de saludo – soy Jhon y ella es mi hermana Carolai – hablo aquel niño y Richard vio los ojos de la peña con lágrimas – quítate porque la estás haciendo llorar por lo feo – empujo Richard a Carlos y Carolai sonrió – creo que van a tener que cortarte las piernas, esas heridas se ven terribles. Pero no te preocupes, he visto por televisión buenas bailarinas en