vista d
idos y silenciosos. Me agarró del brazo, sus dedos se clavaron en mi piel como g
o despacho con paneles de madera que olía a cuero y whisky. Me empujó
nca, clínica. En el centro, atado a una cama con estructura de metal, estaba Beto Mendoza. Tenía los ojos abie
a fuerza innecesaria. Luego, tomó un vaso de agua, lo sostuvo a centímetros de la cara de Beto y lo vertió lentamente en el suelo. Una sonrisa cruel
alofriante justo al lado de mi oído-. Muy cara. Les pago para que lo manten
ca, su aliento frí
a mi esposa. Tú -dijo, su voz bajando aún más-, también eres un recordator
u sombra cerni
la mirarás. Te harás invisible. Si le causas un segundo más de dolor, si la oig
ir, mi cuerpo temblaba tanto que pensé que podría desmoronarme. Él no era mi padre. Era mi captor. Pe
a de un fantasma. Comía mis comidas de un tazón de perro de acero que dejaban en el suelo fuera de mi puerta: arroz insípido y verduras al vapor, lo que
de absorber un poco de calor. Krystal salió, con Zeus trotando a sus
, señalando con el dedo mi sim
es mi tazó
tazón de Zeus! ¡Eres asquerosa! ¡
na y lo estrelló contra mi cabeza. Un estallido de luz blanca explotó detrás de mis ojos, segu
aba torcido por una rabi
igual que él! ¡Oja
onando por el césped
! ¡Atr
es. Aterricé con fuerza en el césped, sin aliento. Los dientes del perro se cerraron en mi muñeca
de pie en una ventana del segundo piso, mirando la escena. Nuestras miradas se encontraron por una fracción de segundo. Vi un des
la mano y cerró las cortinas, sumiendo s
speranza dentro de m
en mi brazo. La hierba estaba fresca contra mi cabeza sangrante. Me s
bruscamente en la entrada.
ndo aquí?! -retumbó una v
ateado, cruzaba el césped. Agarró al perro por el collar
su rostro una máscara
s bien
rza, el padre de Da
rmera estaba cosiendo la herida de mi frente, su tacto suave. No lloré. Ni siquiera me inmuté. El dolor en mi muñeca por la mordedura del
rystal entraron corriendo, sus rostros pálidos de pánico. Los ojos de mi madre estaban en
asó corriendo
está bien? ¿V
í, sino al espacio vacío junto a
jeron que tuvo u
ró apresuradament
de Damián Gar
í por mí. Esta