vista de
jilla. Rápidamente la limpié. La humillación era una herida abierta. Mi c
ado. Tamborileaba lo
ifícil de lo que tiene que ser. -Su
sea su buen cor
biar algo. O encontrar otro objeto. C
inique brillaro
Abigaíl lo puso en el pozo. Ahora tiene que entrega
una mirada des
elección. -Se volvió hacia mí, su voz end
ntía como un pedazo de mi alma. Pero no les daría
lete. La plata estaba fría contra mis dedos. L
o. Ni siquiera lo miró. Se lo ar
un momento, haciéndolo girar, luego frunció el ceño. No brill
Lo arrojó sobre la mesa. No con delicadeza
harco de champaña derramada. El líquido cubrió instan
Ya no era solo el brazalete. Era su total des
n mi estómago. La ira ya no er
aró Dominique, recogiendo sus cartas pa
gué mecánicamente. Mi mano era
ano ligeramente mejor.
cudió los dados, una sonrisa de c
par de unos. Perdió
estalló en
rrible! -Se inclinó y le besó la mejilla-
sero. Antes de que Horacio pudier
de la mano-. ¡Somos un equipo! Sus pérdidas son
con torpeza, otros genuinamente dive
s pequeñas heridas, todas esas traiciones, todas las veces que había
s. Perdí el bolso de diseñador que había codiciado durante meses. Cada vez, fingí una mano to
movimientos se volvieron un poco menos precisos. Mis m
ntiendo la presión", escuché a alguien
o más imprudente. Las apues
go de orden-. Esta es la mesa final. El ganador se lleva to
dó. Miró a Hora
de la casa de verano de mi familia en Lo
sala. Esto era dinero serio. Má
hacia mí. Una mirada extraña.
iró
do el fideicomiso inmobiliario. Y el nuevo jet priv
Estaba apostando todo. Su fu
urgente-. No lo hagas. Esto
que se
atrás ahora? Pensé que
dio en
lvidado. Su reloj de bolsillo. Los es
a que construí desde cero, con sangre, sudor y no
unque mi cuerpo temblaba-. Cada acción. Cada pat
ló. Todos hab
" "¡Va a per
rieron de par en par. Un br
aba pálido. Parecía que
nique fue primero. Sacu
de seises. Casi perfe
anzó los dados. Giraro
no suficiente para vencer a
ue, acariciando su brazo-. Parece que
miraron.
n, visiblemente ahora. El alcohol
rprendentemente fuerte en la
otaron y finalmen
de cu
Estuve cerca. Per
ió la sala. Dominique soltó
l. Me dejé caer en mi silla, presionando mis sien
cerca, su aliento cal
lo voy a llevar todo. Hasta el último c
apagados por la derrota fingida. Pero entonces miré los da
penas audible-. Aún

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