on esta mujer?". La abuela lo conocía muy bien; desde niño, siempre fue muy riguroso y disciplinado. Por esa razón, jamás pensó que él haría algo q
la culpa a Burke? Tú fuiste quien lo crio, así que deberías conocerlo mejor que nadie". Apoyó sus manos sobre la mesa y se burló:
s de pensarlo mejor, decidió cerrar la boca. No ob
Pero como ni siquiera le gustaba Rose como nuera, esta
placer en las desgr
ación era absurda. Era un almuerzo familiar y Burke había traído otra mujer para avergonzarla frente a todos. Su suegra, en lugar de regañar a su hijo por lo que
a manera. Recordó que la primera vez que la vio tan enojada fue cuando la interrogó por no haber regresado a casa hacía dos noches. Se sintió tan furioso cuando no pudo en
cambió al instante y sus ojos se volvieron fríos. Había perdido el control en reiteradas o
e sentía hacia Rose. Él levantó la cabez
se y trató de ocultar sus emociones. "Hablemos de este asunto luego y en privado. Hoy
ra amenazarlo, por lo que frunció el ceño, moles
mirada lastimera y añadió: "Apuesto a que no tienes idea de cuánto nos conocemos Burke y yo. Nos conocimos hace diez años. Y desde entonces, hemos tenido una muy buena relación. Teniendo eso en cuenta, no creo qu
de pie y reco
esario que
omó su mano, mirando con indiferencia a Rose. Luego bajó la
Por qué no comes
misuras de su boca se elevaron en una sonrisa casi imperceptible y volvió a mir
reunión familiar. Y ahora, Amanda le preguntaba descaradamente si a ella no le importaba. ¿Por qué le daba
obablemente desde el momento en que se
u bastón. Luego ordenó furiosamente: "¡Lin, llama a lo
la abuela de Burke por el brazo y dijo en un tono de voz gentil: "Mamá, no te enojes. No es bueno para tu salud". La
ión de disgusto en el rostro de Burke y la expr
obedecer ninguna orden de la abuela, pe
cuenta", dijo Amanda entre sollozos mientras
su bolso y salió rápidamente de la villa de la familia Gu, ignorando el intento desesperado de la abuela de Burke por de
que deja que me vaya", insistió Amanda con una voz llena de
buena fingiendo ser inocente. "Amanda, ya no es necesario que finjas que eres a
ar. Se secó las lágrimas de la cara, sonrió maliciosamente y le susurró al
puerta. El impacto fue tan fuerte que terminó en cuclillas con un grito ah
or. Entonces, tuvo una idea. Se dio una fuerte cachetada, se tiró al suelo y gritó: "¡Ahhh! Rose, ¿por qué m
Amanda en el suelo, llorando amargamente, y a Rose en cuclillas a su lado. Debid
ó hacia Amanda y la levantó en sus brazos mie
ontraron. Él tenía una expresión indiferente y fría, en
io con impotencia cómo Burke le daba la espalda con disgusto y se alejaba con Amanda entre sus brazos.
Rose está s
, y luego escuchó unos pasos ruidosos que se acercaban a ella. Se cubri