os an
hace vomitar todas las veces, pero luego, bebe como si no pasara nada. Así que, cuando ya se cansó de vomitar, se sentó y limp
pregunté y negó con la
Los chicos también bebieron, pero se controlaron. Sorprendentemente Alonzo fue el que menos bebió y no Iván, por eso el manejaría. Iván se
ces a 100km/h y bajé el vidrio del coche. Me gusta la brisa de la tarde y el sol de esa hora, es muy agradable. Escuchaba de The dark side of the moon de Pink Floyd cuando vi a mi costado derecho, una gigante casa campestre incendiarse. La vimos cuando veníamos y estaba bien, ¿qué sucedió? No era solo que se quemara una sola habitación, se incendiaba por completo y parecía que nadie lo había notado. No había bomberos cerca, ni vehículos detenidos, ni gente ni nada y, de hecho, la carretera estaba sola por completo. Esta es una
un enorme
ía sentir el olor de la gasolina derramarse y tomé valor, me puse sobre mis rodillas, y agarré una de mis botas para terminar de romper el vidrio del parabrisas. Salí, gateando, con cuidado de no cortarme más, pero cuando llegué al césped, notaba como caían gotas sin parar de mi sangre en la hierba. Pero, pero... ¿qué pasó? ¿qué carajos me golpeó? Volteé a ver detrás de mí en la carretera y me quedé helada cuando vi un cuerpo bocabajo a unos metros. Mi corazón se aceleró y grité, me costaba respirar, es que no podía, ¡no podía! ¿yo... lo... asesiné? Intenté llegar como podía, pero cada vez que gateaba, me caía por tanto dolor que empezaba a asomarse. Sentía mi rostro lle
escuché la bocina de un autobús que se detenía y escuché la voz a la distancia de uno de los chicos,