lor, pero hubo una sensación nueva e inusual en esto. Es muy extraño que nunc
y un rotulador allí. Entonces lo hice por curiosidad, para experimentar nuevas
e mis bolas." Dijo el jefe. "Juega con
ía las bolas del hombre. En principio, ya estaba excitada y lista para entregarme a estos dos machos. Pero fue un poco ate
ara la lengua, frescas y redondas. Olían a mi saliva y semen. Me pregunté si todos los hombres tendrían bola
llas y toda la nariz estaban cubiertas. Las bolas del jefe también estaban abundantemente cubie
aba metiendo dos dedos en él. Me dolió un poco. Mi ano comenzó a esti
té de llevar las
Bonita. Cálmate, ¿por q
. ¡Du
todo lentamente,
tya
"Ahora todo estará bien. Ahora lo estiraremos un poco y te sentirás mejor. Ya verá
lla en tu boca y c
mente. ¿Por qué hay tanta saliva cuando succionas? Una especie de reflejo del perro de Pavlov, pensé en ese momento
pero que entiendas cómo succionar corre
pensé: "Dios, ¿qué estoy haciendo? ¿Qué está pasando aquí y ahora en esta habitaci
que sentí cuando un hombre me folló en la boca. ¿Asqueroso? Probablement
e me sacó de mis pensamientos profundo
sero." Dijo dulcemente
que el cuerpo estuviera sobre la mesa
jo el jefe a su
e mis talones por el mero pensamiento
blusa y zapatillas de verano. Me abrió las piernas. En ese momento, por alguna razón, estaba un poco asustada
un marcador de la mesa y me lo dio para que lo lamiera. Entendí que ahora desarrollarían mi tra
erto nunca por esto, solo se ha vuelto más feliz." Sonri
is músculos se relajaron y me advirtió suavemente: "No aprietes más. Relájate y mira que todo saldrá bien. Habrá ganas
é, como me dijo el joven. Puso un marcador negro en mi ano ya lubricado y comenzó a inyectarlo. Me recordó cómo,
y más. No dolió. Aparentemente los dedos hicieron su trabajo, y mi tra
chico sonriendo felizme
í con sorpresa. "¿Y se han i
Hay un espejo det