propia vida luego de sufrir un engaño de semejante calaña? Y esa era la pregunta que le
, al igual que uno mismo y hasta quizás inconscientemente, vivía en búsqueda de su otra mitad. Él realmente creyó haberl
ojo izquierdo resaltaba las facciones de su rostro que parecía haber sido tallado por los dioses. Su sonrisa cautivad
a tímidamente, jugando co
rco una de sus cejas. – lo siento... lo siento mucho, hablé sin pensar.
pelo parece resortes? – le dijo sería y él, como era de esperarse en ese
do que su corazón se le salía por la boca, viendo que algunos compañeros de clase, ase agrupaban para reírse de él y ella no soltaba una sola carca
po de adolescentes. - ¡Ey! – lo llamaba de esa manera porque no sabía su nombre, pero de todos modos todo in
ole bulling y poniéndole apodos ofensivos. Muchas veces en años anteriores ha sido víctima de violencia física y como no tenía un solo amigo, se guardaba las cosas para sí mismo y no lo manifestaba ni con los adultos y todo esto lo había convertid
suelo entre los últimos dos estantes de libros infantiles donde sab
ía que no quiso mirarla, de igual modo ella se sentó a su lado. – resorte
rlo, ella rompió en carcajadas. Él la miró por pr
cesar sus risas. – son unos idiotas. – concluyó regalándole una enorme sonrisa y poniéndose de pie. – vamos. – le dice extendi
dente que su Umma lo estaba engañando. Ella llevaba meses tratándolo con frialdad y hasta podía darse cuenta que fingía cada ve
golpes y gritaba con todas sus fuerzas, intentando sacar de lo más profundo de
n era, aunque al no tener amigos, lo más probable es que su padr
locura de arreglarse con su hijo. A ella le interesaba que cuánto más lejos estén, más odio se tengan, mejorno te pongas cargosa. – eleva
apaz de darse cuenta que Umma tenía el control de todo lo que respecta a su vida y le hacía creer que en la relación ella
se había estado acostando con la mujer que su hijo amaba y con la que se iba a casar en horas y que no solo se había que
r de cambiarse y ver que aquel se desespe
ponde desesperado y ella
ijo sentándose en la cama
– le dice él con
da una de las veces en las que me
. – dice finalmente
s manos, por lo que debía actuar inmediatamente antes de que Alfredo termine po
daba arcadas y cuando tenía que tener sexo con él, trataba de visualizar a otro hombre. Sí es cierto que muchas veces evitaba ha
asamiento sabía que no saldría del hotel durante todo el día y toda la noche por
mpugnarlo en el momento que quisiera y era eso la que la manten
o que tengas en cuenta una cosa. – le dice mientras guarda una a una sus prendas. – no me volverás a ver nu
sesperado dejando a un
. Actúo unos sollozos, forzó unas cuantas lagri
mor – dice él abra
o quiero perderte, pero tampoco insistiré si lo que quieres es irte y dejarme. Pero ten en cuenta algo muy importante. Si te vas, no regreses jamás. No me busq
guno de los dos le importaba en lo absoluto cómo podía estar transitando semejante descubrimiento. Claramente
¡los odio! ¡los odio! – repitió una y otra vez, pero lo cierto era que,
onía en riesgo a decenas de peatones, sin mencionar la cantidad de semáforos en roj
uno no era capaz de escuchar a nadie, solo los gemidos de su ex prometida y el "me vuelves loco" de su padre. No podía borrar de su
APLICAR LA FUERZA POLICÍACA! – Insisten, pero
engañado por esos dos y sin importarle llevarse vidas inocentes, acelero el
nta que en el momento en el que aceleró, un ta