delataba, pero de pronto aquella imagen se difuminó con rapidez al ser descubiertos en plena intimidad. Aparté la vista e ingresé como si nada:
! -el grito de Dante, prepotente y furios
completamente avergonzada -¡Me largo! Dios, siempre me to
no es mi nov
o el portazo de la conqu
me en él para poder desmaquillarme y sacarme ese vestido tan apretado y mole
o por la ira -¡Hemos charlado sobre esto Aria y me prometiste
rme y por fin veo mi rostro en el espejo. Estoy tan pálida que no me r
or avellana resaltan por lo cristalinos que están. No recuerdo en qué momento me puse tan ebria al borde de no recordar cuándo me he puesto a llorar
scúlpate! -insiste Dan
cuentro de pie con los brazos cruzados. No tiene sudadera, por lo que veo su abdomen marcado y sus pectorales c
s, por lo tanto, la luz del
oco en cuanto nota que estuve llora
oleta del cabello y mi cabello cae como cascada sobre mis hombros-
in saber q
as? -me cruzo de brazos, sin importarme la pinta que tengo y me ace
a -¡No soy a
él en interminables noches, cuánto he soñado con que él me correspondiera. Pero sé qué si él sintie
y lo que é
al borde de romper en llanto nuevamente -. Ve a fo
pero él me lo impide, colocando su mano en ella
ud, como si se castigara así mismo por descu
oso en sus ojos que no logro d
ue me consume poco a poco. De pronto me encuentro mareada y quiero escapar de su
carcajadas, hasta que esta va cesando poco a poco en cuanto noto que
ea contra la coronilla de mi cabeza. Jamás ha estado tan cerca. No soy capaz de levantar la mirada porque es
, mír
ito, las
í? -su voz se vuelv
sirve sabe
r a entender
posa un dedo suyo por debajo de mi mentón y levanta
echándome hacia a
a-¿Quieres besarme cuando hace sólo dos segundos estabas montándote
ropa muchísimo más cómoda que aquel vestido carísimo. Dante enciende la luz de la habitación,
io. Lo siento, Aria
me para dormir que lo último que escucho de él es tomar su r
ento
lo encabronada que estoy. Todas mis ilusiones sobre tener algo con él aquella noche se esfumaron fren
a intención únicamente de acostarse conmigo. Seguro no se sintió satisfec
l velador y me hago un bollito en la
. También noto que en el suelo no sigue el condón tirado. Supongo que lo ha levantado y tirado ante
ientos de la mañana nu
toda la habitación. Las paredes blancas con cuadros colgados
s respectivos cantantes. Dante siente una gran admiración por ellos y siempre los oye mientras
os están desacomodados y tirados allí como si nada sobre la madera oscura,
los condones, pien
. A veces quiero sacarlo de allí y otras quiero tener la suerte de qu
que un revolcón. Y a vece
men para que Dante no sea mi primer pensamiento de la m
ndo. Los od
--
ar que he sido magnifica estudiando todos los temas diversos de Biología Humana.
hombros y me abraza, felicitándome -¡¿Cómo demonios pudiste ten
upie
doy un par de saltitos en el l
ravés de sus pestañas pelirrojas -. Dime
Maddy, sería con la sigui
de estudiantes que aún siguen revisando sus
o los ojos en bla
o -Deberíamos invitar a Dante, quizás la salida logre l
mi mano antes de que piense poner sus dedos largos en el t
-repasa sus palabras con lentitud, c
o de alerta hay un sol
u calificación, sin darse cuenta de que yo estaba a centí
estudiados juntos. No sé qué demonios ocurrió. Bueno, ahora que lo r
Aunque ahora sé qué el dol
e=Do
me cuentas nada si yo no te lo saco -
enamorada del chico que ella deseaba con locura? Lamentablemente siempre había algo que m
ante primero. Que tenía una gran ventaja sobre ella, pero no
s mejillas y la inquietud de sus manos torpement
r? Bueno, no sé si ella lo
algo que cruzó la puerta. Perdón, mejor dicho, alguien. Alguien que me fren
r especifica por su forma de relacionarse y hablars
ptado mi atención, abrazando su mochila contra su pecho y apoyando su mentón en el
s estudiantes de primer año. Sino que, me pareció injusto que, al ser la
dida. Estúpid
staba a escasos centímetros de