oídos y su rostro palideció inmediatamente. Al mismo tiempo, se
uertemente el acelerado
l coche negro alejándose a gran veloc
stuvo ajena a su entorno por unos momentos, y solo volvió en sí al sentir su teléfono vibrando en su bolsillo. Con desagrado lo ag
a, tí
ar un lamento ansioso desde el otro lado de la línea, lo cual hizo que su rostro y sus la
que Laura fue la única que estuvo con ella todo el tiempo. En su corazón, la anciana era la persona más importante de t
s pasaban a su lado, pero se encontraban ocupados. Presa del pánico, se preguntaba qué estaría pasando co
de perder a la persona m
dida; sin dudar, corrió hacia el medio de la calle y
itó el taxista de mediana edad, con cara roja de coraje. Por s
a mirada y le dijo: "¿Estás loca? ¿T
el conductor y le suplicó: "Señor, esto es una emergencia. Por favor, llé
volteó a ver a la mujer que se encontraba en el asiento trasero. An
arriesgada, comprendió que Charley estaba desesperada por ver a su f
allí",
vez mientras se subía al taxi. Después de recordarle que se abrochara el cinturón de segur
al menos diez minutos en llegar al hospital. Además, sumando los sem
en dólares de su cartera y se los dio al conductor. Posteriormente,
eró por el módulo de enfermeras que Laura aún no había salido de la sala de emergencias, por lo que tomó el
ey se arrugó cuan
lante. Acto seguido, tomó las manos de la joven y lloró amargamente. "¡Charley! El doctor dijo que tu abuela tuvo otro infarto. Necesita some
do de la chica. Estuvo aturdida por un tiempo. Después, súbitamente,
cercana que le quedaba; no p
eclaró con seguridad, apretando los dientes. Sus ojos eran resplandecían como la
ba con la cabeza mientras miraba el hermoso rostro de Charley
treinta años, las arrugas en su rostro ya eran suficientes como para hacerla parece
u abuela tuviera la cirugía, tampoco ser
dí a mis padres. No puedo perder también a mi abuela. Sé que no soy capaz de contrarrestar la edad y la enfermed
gencias. Dos enfermeras vestidas de blanco y con mascarilla sacaron cuid
u cabello era tan blanco como la nieve. Tenía los ojos cerrados y las cejas
r ahora. Las enfermeras la llevarán a la habitación. En este momento necesito hablarles sobre su condición". El doctor se quit
ó nerviosamente: "Doctor,
arla, lo ideal sería hacerlo antes de una semana. Considerando su edad, el riesgo también es alto. Lo mejor será
erte. Esta profesión le había hecho incluso más indiferente aún. No obstante, al ver la i
que acudir al hospital de vez en cuando, por lo que la familia ya enfrentaba una mala posición financiera. De
ió: "Pueden intentar recaudar el diner
deció a Earl repetidamente. Él simplemente hizo un gesto con la
enía una máscara de oxígeno pegada a su nariz; por la form
la boca para evitar estallar en llanto, ya que t
abrió sus caídos párpados y movió sus resecos labios. Fue entonces que u
a y amable de Laura, rompió en lla