rando sentado sobre el sofá de cuero, en silencio; la temperatura de la sa
sirvientes porque los demás estaban oc
tro rígido y lo saludó con una voz á
antuflas, pero no se atrevió a acercarse a él; se
sus delgados dedos para entregarle algo a Charley: se trataba de una tarjeta dorada. Luego le dijo con frialdad: "Esta tarjeta tiene un millón de dólares, supongo que será suficiente para que tu abuela pueda someterse a var
quien arrojó la tarjeta bancaria con desdén sobre la mesa de té, ha
trimonio era sencillamente un contrato, entonces, ¿por qué habría
elación entre nosotros", pronunció ella
nte para salvar a su abuela. Estaba abrumada y confusa al punto de sentir que podría desmayarse en cualquier momento. Se le secó
ue quería demostrar que no era el tipo de persona que aceptaría su caridad como un perro que mendiga huesos, tení
a mostrarse orgul
tiene sin cuidado lo que pienses. Lo único que me interesa es que no me deshonr
aleras. Seguidamente, Charley escuchó el golpe de la pu
abía ido a tom
vidrio del baño, no pudo evitar acercarse y maldecir en voz baja: "¡Eres un monstruo!, un
nsó que era imposible que la estuviera escuchando, por lo que continuó quejándose con más fuerza, "¡Já! ¿Te parece que un m
n más y más vigor, la puerta se ab
frente a ella, casi chocando contra su rostro,
an gotas que se deslizaban sobre su pecho musculoso y lo hacían lucir completamente diferente; su frialdad se había disipado y sus rasgos faciales parecían much
en los ojos oscuros de Trevor, quien sin pronunciar ningun
a mujer se enrojeció aún más; lucía
y sus labios se apretaron con fuerza; le fue imposible no recordar
y su rostro ard
"¿De verdad? ¿Solo hacía falta un millón de dó
io y le mordió un hombro con fuerza. Al sentir el hormigueo causado por la lesión, el hombr
de sangre y de los ojos de Tr
mismo tiempo que se dirigía hacia Charley y levantaba su rostro lleno de
azos la rodeaban con tanta fuerza, que le resultó imposible liberarse. Sus labios estaban cál
ida por la amargura, cerró los ojos y cedió; se dijo a
taba su absur
podía ir a la universidad y que Laura iba a poder someterse a una cirugía cost
rse. Triste y asustada, se derrumbó en sus brazo
lla. Cada vez que pensaba en su terquedad y en la ira con la que lo mirab
e que se resistier
lemente se quedó observando el techo por un rato; a pesar de que Trevor ya no estaba allí, el
stremecía al recordar la mi
rato, concluyó que Trevor no era alguien a quien ella pudier
la puerta se abrió desde afuera; se trataba de
lla, por su parte, sintió cómo se hundía su corazón mientras observaba el medicamento. En ese momento, notó que su cuerpo desnudo
probablemente a los sirvientes de esta villa los habían
e la puso en la boca; luego tomó el vas
fue rápidamente, Tras quedarse sola de nuevo, Charley de inmediato s
e ella quería era que Laura tuviera pudiera vivir sana y salva. En un principio, pensó que Trevor, a pesar de su
e la afligía era que la dignidad que en un pasado había p
reconocer que a pesar de las cosas horribles