vivía en armonía con los dioses por miles de años. Pero la mal
on. Pero decidieron dejar un pedazo de este paraíso en la tierra, para que el hombre regresa el camino de la pureza, donde todos po
nombraron a un Guardián. Él sería por siglos la imagen de la muerte ante el hombre, aunque jamás
ó al lugar de los dioses co
.
esperanzas e ilusiones de su boda que se aproximaba. La despedían afuera de su casa su prometido y madre
ble, espero regresar en
existen muchos bandidos por los a
s largos que esté. Además, voy con Felicia, ella sabe
rás es peligroso - dice Roberto - Tengo miedo de pe
ra Roberto
hasta que seas mi esposo, el vestido de novia que m
veré, sólo quiero acompañart
uí, mi padre llegará mañana. Por otro lado,
si es que queremos llegar antes de
as manos de Rob
uida de mi madre y no
ja mía. Adiós - se despi
ella y se despiden desde la ventana, pero está s
días, no empiec
su cabello castaño oscuro era largo que le llegaba hasta la cintura con suaves ondulaciones, lo que le permitía realizarse hermosos peinados. Su delgadez no ocultaba sus delicadas curvas que eran llamativas a
s se conocían desde la adolescencia y sus padres eran buenos amigos. No
mostraban madurez, pero siempre eran tiernos al ver a Verónica, ya que desde que la conoció, ha estado enamorado de ella y con cada gesto adorable y
ntraba el jardín de la inocencia. La emoción de ver tan bello lugar desde la leja
se puede ver desd
el jardín para adornar mi cabello, sería la más envi
ística. Mi padre una vez me dijo, que vio
cosas que venden en el mercado de joy
das partes y el Guardián del jardín no dejaría v
un desafortunado fuera de la línea roja - Verónica le hablaba con tono macabro a Felicia - lo encont
s cosas, me da mucho mied
guía asustando a Felicia y
r maldito que los Dioses no quisieron tenerlo cerca y por eso le dieron tan malvad
o quiero escuchar más esas cosas, me dan mucho miedo y ahora que estamos
ía de maner
or qué temer, primero tendríamos que caer en sus ter
aje de tierras prohibidas, en otro lado muy cerc
na, traen una gran cantidad de
amos diversión. Por lo general só
n 20, contand
y fácil d
les dan una señal a sus hombres, un total de 50
n a los valientes, los que
son bellas, el primero seré y
MOS MI
l acantilado, lugar estratégico para encerrar a su
era - dice Verónica preocupada, al notar que
tana y regresa rápidame
s, están atacando y ten
rdua y la sangre teñía el camino. Ya se podía ver algunos caídos y lastimosame
as mujeres que estaban ate
amos aquí, unas hermosas muñequ
licia en su desesperación, empuja Veró
ilado, pero escapar sin caer por él o sin q
ientras los bandidos la golpeaban y quitaban sus prendas
iante en donde se encontraba Verónica mirando estupefacta lo
ngas miedo, te tr
o que tu mamá no - reía otro de l
rte daño, ven para que
iga que está gozando
ntras otros robaban los caballos y saqueaban a los cadáveres. Verónica miraba desesperadamente entre los bandidos y el acantilado y reflexionaba: "Si me dejase atr
l borde del acantila
caer y ser comida de buitre
es que unos bastardos
rla, Verónica salta por el barranco. Mientras caía podía ver co
lenta y podía ver momentos
dóname madre, perdóname padre, perdóna
lores brillantes envolvían su cuerpo, la preocu
a por el barranco a la jo
s ir a buscar su cuerpo y c
errenos del jardín, si la caída no la m
evamente uno de los bandidos vuelve a mirar por el acantilado el cuerpo de la bell
acable - decía el bandido con a