eran muy largas para ella y no podía tomar los objetos de manera correcta,
deberías tener ropa adecuada para ti- lo decía Aeolus y Clara lo mir
ocionada y agi
ro ir, va
estaba desanimada, así que se acerca y le acaricia el hombro - quédate con Lita y estudia lo que preguntaste, más adelante podemos ir los do
pasto sentada y se
so con cinco hojas de un árbol y tres flores con los cuales los intercambiará por varios
adurus había entrado po
sí
ección el jardín p
vez que salgo, nu
que sald
ita ropa y co
aba Jadurus - no deberías comprar n
lo, ya que seguía preparándos
as a comprar cosas para ella, es porque quieres hace
- preguntaba Aeolus ocultando su apa
rás ir - Jadurus lanza una risita
mo mi mujer, sí es
eías a Dan co
esta aseveración y se gira m
ne nada que
o, hasta este momento siempre has logrado esconder tu
o se acerquen por ese tiempo a los límites del jardín - A
estúpida como aquella vez. Has faltado a tu promesa - Jadurus s
s justos, quería hacer su visita lo más rápido posible y se enfocaría en su objetivo para no distraerse con las curiosidades que ofrecía el mundo de los hombres. Al ingresar a la tienda d
o, ¿e
- respo
seguir tantos? creo q
a una
ero éstas no ceden, luego toma una de las hojas de árbol, la cual tiene una variedad de colores tor
conseguido sin perder la vi
azador y tengo mi
qué quiere
enina, de esa que se colocan debajo de las faldas, y adornos, pe
del árbol del jardín de la inocencia y además me exige dinero, siento que se está llevando de la tienda casi to
es, a costa de arriesgar mi vida y
pero tiene que entender que se lleva l
comienza a recoger las cosas que había t
, pero tendré que hacer neg
tiene el vendedor - ha
a interior de mujer. Para un hombre normal, se necesitaría de un carro para llevar todas las compras que, gentilmente fu
mira interesado una cajita dorada con
é es
a a sonar - el vendedor mueve una cuerda e inmediatamente suena una música suave y tranquilizadora. Aeolus pensaba que seguramente esto haría muy feliz a Clara - a las m
y de a
jándose cada tanto para verificar que nadie lo siguiera. Al cruzar el límite, respiro aliviado, ya que su instinto de
charlando bajo la sombra de un árbol, en u
on diferentes,
tran con frecuencia, pocas veces ha
s has
o una
ómo
í, no estoy muy segura, caminan erguidos y creo que sus v
ndo delante de sus orejas, sus patas traseras eran más alargadas que un zorro ordinario y su cola era enorme, parecida a
re que venía caminando por e
dián ya v
ta y corre hacia él con una sonrisa has
que he traído? - p
el lugar comienzan a ver todas las increíbles cosas que se trajeron del mundo humano. Clara toma
lindo - decía
bolsa un frasco de vidrio con algo
ón cambia a asombro y vuelve a beber con más ansias - creo que te ha gustado, le dicen "yogurt", me dieron estos animalitos
ca de la bolsa una pequeña caja de música, la abre ante la mirada expectante de ella y comienza a sonar una delicada melodía. Clara abre los ojos en expresión de
le enseña cómo hacerlo. Al girarla, nuevamente suena
me gust
, es
forma de gratitud, Aeolus sonríe y la a
lgo o te haga algún favo
a seguía sonrien
sabe desde cuándo esto se ha vuelto en una adicción en su vida. Aunque no lo reconociera, sabía qué Jadurus tenía razón, ya