la incredulidad escrita en su rostro
dic
preparándose para cumplir con la sugerencia no tan
sto es una locura, verdad? Quién demonios le d
haciendo girar la pobre c
kura buscó un par de aspirinas en su botiquín y las tragó con agua del fre
taba bañando. En todo caso, debería h
ce una idea aún mejor
su torso. Ni siquiera estaría teniendo tantos problemas con la situación si Kaka
emente
osamente en confu
akashi llamó por la puerta con voz s
la cara de un puñ
ba intimidado por su amenaza, pero él pareció decidir qu
sar de su deseo de abofetearlo, ella no quería nada más que besarlo y descubrir si era tan bueno como él decía que sería. Habían estado bailando alrededor de esta chisp
sentía un gran afecto por él, se habían dado cuenta mutuamente de que el amor real no estaba en las cartas para ellos y siguió adelante con un mínimo de sentimientos heridos. Antes de eso había existido una br
ra del hospital y le tomó la mayor parte de su tiempo. Había pasado tantas noches durmiendo en su oficina como lo había hecho en su casa, hasta que
ella había tenido con cualquier otro hombre; él era a la vez desafiante y cariñoso, y eso junto con la intensa mirada que le dirigió a veces, despertó su interés hasta el punto de que su reticencia a entrar en otra relación había sido arrojada por la ventana por c
a casi completamente olvidada. Él podría ser la presencia singular más irritante en su vida, pero Kakashi
y una camisa roja. Sin embargo, cuando sus ojos se posaron en Kakashi parado junto a la venta
en lugar de preguntar, entr
finos de varias misiones ANBU que ocurrieron bajo mi mando- dijo rascándose la
te en el momento coincidente de la con
e ... un par de horas?-
on irritación, r
haber sabido que e
taba ahora a centímetros del de ella, su máscara debajo de su barbilla. Un suave jadeo de sorpresa escapó de sus labios
ojos grises la miraban fijamente. Lo que vio allí pareció complacerlo, porque sus manos se dispararon
stían eran sus cálidas y callosas manos sobre su rostro y s
locar sus manos sobre su pecho y apretarlas en el material de su camisa. Su boca se movió lenta y burlonamente contra la de ella y cu
do sus manos cayeron para deslizarse por su espalda para acomodarse en sus caderas, tirando de ellas hacia las suyas, sintió una punzada de deseo cantar a través de ella para acumularse en su vientre. Sus manos enguantadas se deslizaron debajo de los bordes de su camisa, las
su mirada ardiente mientras la miraba. Una sonris
erm
ó para besarlo nuevamente. Pero él se recostó fuera de
a a punto de hacer, trató de agarrar su camisa otra vez, solo para encontrar sus manos
Sakura casi gritó e
en los que contempló exactamente cuánto quería asesinarlo, finalmente dejó la bolsa en el mostrador y la abrió. Al menos le había dejado el desayuno. Dete
querí
n al hospital. Mirando tristemente la sopa de miso que no tendría tiempo de comer, tomó el mensaje del pájaro y lo escaneó brevemente. Ella tenía razón
la casa, sonrió brevemente mientras miraba hacia la
bre irr
puerta principal y la cerró con llave