o 6 la cantidad de p
los Sídorov fueron susp
n chihuahua. Quise reírme, pero al verlo nervioso y hasta diría que temblaba en el lugar -lógico considerando que no h
eñor Smith -el mágico ser que apareció en medio del desorden- me defendió tanto como pudo. De igual modo, Liam insistió en que los he
ría cargo de la situación, pero por suerte bastó con los testimonios
en ese momento cuando Liam dejó salir el aire que contenía y casi sale corriendo por la puerta.
son de acero, pero m
e quiero aprovechar su fácil comprensión de las cosas para aprender más rápido y porque reconozco que estar acompañado
me meto donde no debo, paso la página de la revista Cupcake que Brody me trajo por pura casualidad cuando andaba buscando cosas viejas para renovarlas y darles un nuevo uso como dntes y una receta completa de algo que ya sé hacer. Nada interesante. En la siguiente página hay una entrevista especial que le hicieron
preciosas. Manjares que imitaban la belleza del Edén, obras de arte con sabor al Cielo a juzgar por la presentación tan cuidada y las caras de satisfacción de los jueces que prob
ciones como también en los sabores del cupcake sorpresa. Ella debió llevarse la gloria y no un simple reconocimiento. Paso
si el principito aparece en el estacionamiento. Hace varios minutos que lo dejé con sus compañeros afu
eza, mirando
pasar más días en cama, sufrir mareos; pero tal parece que no fue
hasta donde estoy. Ni siquiera me da tiempo a correrme cuando lanza su morr
resistible? -brome
marcas rojas iguales a las que quedan luego de haber sido sujetado con fuerza por alguien. Ahora que l
ué le pasó, pero él se aleja al instante e
? -le pregunto al
cude la
na mueca-. ¡Unos tipos más grandes qu
Qu
ue podía divertirme con ellos si lo necesitaba. No lo sé, creo que es
rral y busco las llaves-. Tengo l
ano, quito el seguro y llevo a
uve que dar una que otra patada y correr como cervatillo
entra al auto -cocinaremos algo
centrarme en el camino hace que mi cuerp
enganza ridícula. Es decir, no lo han molestado hasta ahora, pero eso no
la. No parece sentirse mal, salvo por el hecho de que
esto tenía qu
astante tiempo con esos d
lones a mi chaqueta e intentar que no escapara. Me soltaron
asunto porque no creí que llegaría a tanto y ahora vemos que en reali
a una mano en mi hombro-. Est
ocupes, es
amos hasta mi solitaria casa. En la cocina, busco dos r
lla. Él no levanta la vista, ni siquiera se mueve o tiembla
ra, apartando sus
rostro, también tratar de baja
no
rumpo-. Nos cuidamos el
ñaba por no cuidar mi cuerpo, pero yo le decía que no había manera de que me dejara vencer ni intimidar por esos hombres que peleaban conmigo en el gimnasio del
n uno de los estantes de la despensa. Es un lugar fijo porque Bro siem
problemas y tú no quieres eso, ¿verdad? -l
eocupas
será untar un poco de crema para evitar que la piel quede maltratada, aunque este últ
socios
toy quejando. -Busca mi mirad
botiquín hasta que encuentro todo lo necesario para dejar lo mejor posible el la
a primera vez que hago esto para alguien, aunque a diferencia de lo que sentía cuando ayudaba a ese alguien, cuidar
d a veces y otras son ventanas abiertas que te invitan a mirar un paisaje singular. Q
ito sonríe
vierto, tratando d
ures, estoy
rruinas mi co
querer acaricio esa zona. En vez de dejarlo pasar, Liam se apoya en la caricia y sonr
asegurarme de que
el ceño, masajeando
intento de cubitos por parte de Liam- y practicar la manera correcta de deshuesar un pollo
illa sucia. En el tablón rodeado de troncos cortados que fueron un ár
que la cocina
terest sobre especiales de comida italiana para obse
án mucho si se enteran
do y apenas agarra
rosa del cabello medio recogida y revolviéndolo sobre el que antes estaba suelto-. Si ell
ulpa lo que
preparé para enfrentar las consecuencias de lo que hice, pero quizás me relajé
ue diga algo sobre lo que es o hizo. Su reacción es igu
ecen. Sigo pensando que tus errores no son tan malos. Tampoco es
caer los brazos antes ap
en una fina línea que
r qué pensar que algo que me pase es un castigo por eso malo que dejé de hacer. -Liam exhala, bajando las
lado-. Estoy seguro de que tu amigo Theo o cualqu
o introvertido que no quiere meterse con nadie, que sabe cuándo alejarse e intenta labra
n inquieto
inquieto con ciertas cosas, pero no es tan malo. Me ha llega
debajo de su mentón. Su mirada calmada de pronto se convierte en una entusiast
qu
voz tierna alborota mis neuronas-. Soy serio cuand
pequeño deseo de pasar más tiempo con él
emos hacerlo al