a Carl. No sabía si era su ilusión que el hombre frente a ella, que pa
an pronto como abrió la boca, cerró los ojos imp
ninguna orden, Spenser arrancó el automóvil y se alejó de
uerpo débil en sus brazos. Por primera vez en su vida,
ante los últimos tres años. Ahora ella perdió mucha sangre. Su pequeña cara estaba tan pálida. Tenía cejas delgadas, pestañas rizadas que cubrían sus pár
su rostro en su rostro, finalmente sostuvo en sus brazos a la mujer que había estado añorando y extr
celera". In
¿Cómo podría Spenser no saber que
abía hablado por teléfono con el director de la Oficina de Transporte. Su gran mano se apretó con los d
y volvió a pisar
tá detrás de esto?" La ira
café, llamó al líder de una pequeña pandilla local y les pidió que
mbría en los ojos de Carl, y una sonrisa fría ap
encia de sus crímenes ". Conocía el estilo de su maestro de hacer las cosas. Matar sin sangre, nunca lo harí
años. Era mejor si podía dejar que el departamento relativo s
s ojos, Carl continuó: "Lleva a esas personas a la base, incluido el lí
. Él sabía que el señor Quan estaba realmente enojado esta vez. Había estado con él
se atrevió a pensar demasiad
carita, un extraño rastro de tern
an listos. Sosteniendo a Esther inconsciente en sus brazos, Carl salió del auto. Cuando llegó al octavo piso del hospital, la puso en la cama y saludó a los médicos y enferm