en espera en el hall de un edificio grande. Probableme
ente y le preguntó si era algo de la chic
rla era una prostituta que él vió en una págin
más delgada que en las fotos. El joven pensó que podía deberse a que las fotos fueron tomadas de cuando llegó por
e extrañeza y él se
o eres José
, si soy José pero a lo
era José un gran am
ina web y llevo mucho tie
a. Y como no si la veía todos los días desde el computador de su traba
n poco y te llamo a
l piso 8
ras el joven se impacientaba. Luego sonó su ce
ció su rostro rápidamente: era otra de las mujeres que se m
era como la pieza de un chico: un velador con un reloj, un automóvil de juguete, algunos pesos y una pequeña lám
unos minutos ella entró mojada y se veía más bella que nunca. No era una m
ños y redondos; todo encaja perfecto: rasgos pequeños para una mujer de cuerpo chico. Es que no medía más que un metro cincuenta. No era ni delgada ni gorda
s pero achinados y sensuales. Olía exquisito y su cabel
mento. No sabes como te he obse
hora me ti
lo. Él la deseaba mucho y la besaba sin parar, pero algo and
. Cómo lo iba a hacer si a los c
a que no estaba funcionando
ribles infidelidades por lo mismo. Muchas parejas ta
a un riesgo enorme pero no importaba. Es que necesitaba sen
iferente, todo era mejor. Su pene c
la suya...ojalá pudiera tener hijos con ella pensó
tas
toy loco
a. Hubiera sido mejor adentro, pero no quiso correr más riesgos. Aunque t
ue. Así lo recuerda al menos. Que
icro, después de dos horas llegó a su casa. Entró y abrazó a
po lo olvidó, más que nada la recuerda como una figura borrosa,
, la imagen de Carla hace mucho tie
n los años...muchas mujeres llegar
ro
rpo perfecto. Hay veces que la busca vía web, páginas de putas. De sexo. Atolondradamente, desesperada
no ba