. Esa tarde era fresca, y Andrómeda estaba sentada en la inmensa cama de su novio Fernando, lo había conocido hace un par de años
rde estaba completamente mojado gracias a un
ez invitándola a que lo besara, se enamoró a primera vista del chico, no tendría muchos años de diferencia era lo mejor de todo. Lo miraba mientras organizaba l
que entretenerse. No es que ella fuese muy atrevida pero debía hacer algo, se acercó por el otro lado llevando en manos algunos libros que realmente tenía que acomodar en
el mirándola con una
olver la vista a los libros. –Bueno si lo q
, es realment
a leer, adoraba los libros y mucho más cuando se trataba
entras pasa esta tormenta t
, ¿no le iba a decir nada más? Termino por acomodar el ú
omienda lo leeré. Dijo toma
o! Le dijo
s ¿traba
un sí muy d
o te
dró
tus padres son amantes de la
hech
tal astilla.
l menos tenía sentido del humor a
tú? No creo haber
legue hace dos semanas con mis
nvenido ch
e la invito a salir, tras esa cita llegaron muchas más. Andrómeda estaba más que feliz saliendo con Fernando, era el chico perfecto, atent
ho tiempo desde que se habían hecho novios. Ese día estaban de aniversario y el por supuesto la invito almorzar en su casa, ver películas y jugar video juegos. Ella
a maravillosa en todos los sentidos, ella lo observaba mien
es muy aburrido am
erás
asaba con ella y eso le encantaba. Porque aún no se sentía preparada para dar ese paso, y al parecer Fernando tampoco tenía mucho apuro. Sus padres no estaban ese día,
oy aburrid
o cariño. Ella ríe apretando
detuvo los dedos dejando el control en l
cosas? Pregun
lo hiciera pero aun así le pareció muy extraño que la tomara así. Sus manos bajaron hasta su cintura, ella comenzó a calentarse mientras el, la bajab
¿Qué estás
e entretenernos. Le decía
.. Am
a confía en mí, s
ún no estoy lista para esto. Le dij
año saliendo juntos, ¿Cuán
ue me en
más, ¿te guardas par
tras reprimía sus instintos de hacer el amor. Pero ella aún no se sentía lista, no es que fuera una mojigata