detuvo -No me interesa, vete ahora- lancé el balón de baloncesto con demasiada fuerza a sus manos las cuales lo sostuviero
piración se mantenía agitada, mientras caminaba, los niños y niñas me abrían paso, algunos miránd
raba la dirección de los pasillos, me miré en el
aba como asistente del director. Era muy dulce y siempre me guardaba algún dulce
ros y ella se apartó de la máquina de es
e corrigió con dulzura y ase
moviendo la cabeza y le di las gracias par
brazos cruzados e hizo un gesto c
que estes aquí?- su voz sonaba c
aes bien- bromeé un poco-
mbre fuera de este lugar. Lo conocía desde que estaba en brazos y siemp
infernal, por qué el entrenador te m
e dislocó el hombro- puse mi mejor cara de inocencia y
a la semana que tienes, pasas cuatro aquí, ¿Como piensas pasar a secundaria? Tienes un prontuario escolar de unas veinte hojas, y tienes nueve años, por el amor de Dios. ¿Pretendes sacarn
iado- comenté sarcástico. Él me regaló una sonr
soy el único
esa de que iría a su casa a comer pie de manzana y estaba fuera, E.F. estaba ter
ble para desenvolverse en la vida cotidiana: para orientarse reflexivamente en el espacio; para hacer estimaciones sobre
tro, una cartita fue lanzada a mi pupitre, era un papelito do
grupo de niñas del salón me
- las reprendió el prof
la evitaba siempre, como a todas en realidad. Mis manos empezaron a sudar y miré hacía el frente cuando ella miró sobre su hombro y me guiñó el ojo. Tragué grue
o pero caminé a paso seguro al armario donde varias de la
stá dent
espera
ará u
la luz estaba pestañeando, el bombillo se dañaría en cualquier momento, pensé que er
ave y mi corazón se aceleraba mucho.
y ella caminó dos pasos hacía mi. Su camisa blanca de botones tení
empo- se humedeció los labios con la lengua y yo seguí el movimien