su rostro cambió casi por completo. Enderezó la espalda mientras gotas de sud
ón de su rostro antes,
l respecto, la voz de Alston retumbó detrás de el
la dejaron
elta lentamente. "No, no", dijo apresuradamente, ag
, entró cojeando
rdomo una mirada de advertencia. Casi de inm
manos sobre sus brazos, la guió al interior de
suspiro de alivio, sabiendo que era seguro por ahora. E
a se abrió camino en sus labios. ¡La señ
a colocó rápidamente en el sofá. Los suaves cojines envolvieron s
la. Un momento después, regresó c
melodía abrasadora, una que
ó más de cerca se dio cuenta de que estaba so
aba. De alguna manera, había algo en este mismo acto que la hacía
taza de sus manos. Probablemente solo estoy imaginando cosas.
avía no hizo ningún movimi
el ceño. Una tenue sombra rodeaba s
hacia el mayordomo que est
el hombre fruncía aún más el ceño. Le tomó unos momentos antes de
rando tu cena. ¿Por qué no veo si es
avizó mientras respondía co
tormentosas finalmente
dos solos. Después de todo, ya estaba acostum
sera de la sala de estar, Alston se volvió
cojines. Una parte de ella se hizo cada vez más consciente de la ubicación de sus
congel
conocía a sus favoritos y personalmente
undida mientras trataba de buscar la respuest
s pocos minutos, un médico vestido con una bata blanca co
en sus ojos. Estaba a punto de correr hacia ella, pero cuando su
s frente a ella. "Señorita Gabrielle", dijo e
la entrevista. Al escuchar las palabras del médico, se
iera, Alston le puso una mano
hacia arriba, fruncie
y le agarró el tobillo lesionado. Sus suaves dedos rozaron su piel de
como si estuviera sosteniendo una gema anterior c
as. Antes de que pudiera siquiera remangarle los
hombre solo pudo mostrarle
r se il
de ella pensó que era porque había perdido sus recuerdos anteriormente lo que la hacía com
estaba sonrojada! Su corazón se aceleró en su pech
ndescifrable brilló en sus ojos y se dio la vuelta. "Tienes las piern
pequeño favor. La dulzura que acababa
susurró, so
torcieron en
arlos, sonriendo. Cuando Alston se puso de pie, obedient
a cuenta, él ya estaba envolviendo su tobillo con vendas. Él se paró. "Es sólo un
aci
mi trabajo,
palabra
ntrevista, fue de alguna manera suave y cariñoso. El mayordomo y el médico actuaron como si la reconocieran c
al hombre. "Señor. Alston, gracias por ayudarme ", dijo agrad
vas a h
n detenerse. Correcto.
ayordomo te ha preparado la cena. ¿
que ya le habían preparado la cena, se dio cuenta
a de ruedas. Gabrielle estaba a punto de incorporarse