mientras Gabrielle abr
stro frío y ojos fríos, como si estu
nte. Como resultado, Jasper retrocedió dos pasos y
aterradora, como si fuera a des
ton apartó sus fríos ojos de él. Pensó que estaba bien, pero
Gabrielle, se quitó
on. Dijo en voz baja y suave, temeroso de as
ron en los brazos de Alston que recobró el sentido, rela
ado hasta que la sostuvo
tiempo para mirar a Ja
dejó a Jasper
rrodilló para suplicar piedad. Pero para no ser menospreciado por otros, tuvo que morder la bala y
君 升]. Pero cuando pensó que era el novio de Chiba y creyó que no había hecho nada m
nconscientemente, agarró el dobladillo de la ropa de [慕 君 升] a su lado y regañó en dirección a
ado rostro estaba lleno de inquietud y agravio, luciendo lastimero. Si otros hubieran estado allí en ese moment
el corazón de Alston se derretía. Obviam
elle era su mujer. ¿Dejaría que personas irrelevantes i
e disipó gradualmente, lo que indica que no le importaba lo que
razón de Gabrielle se aceleró y su ro
paldas vestidos de negro entró de repente en la habitación, agarran
sostuvo a Gabrielle en sus brazos y Gabrielle lo siguió obedientemente hasta el fr
a él, Alston preguntó en voz baja, "¿Q
a que si le decía qué mano usaba para tocar a Gabrielle, definitivamente no
Ya se había arrepentido y quería cortarse la lengua. No debería haber dicho tonterías frente a Alston
e, "Sr. Alston, por favor déjame ir. Se que me equivoque. No lo
ablaba con él de la forma en que lo había hecho, realmente podría dejarlo i
una mano, le dijo con frialdad y sin ninguna emoción: "ya que no quieres decirlo, no importa. ¿Por qué no te rom
ston realmente lo iba a matar. No tenía vuelta atrás. ¿Qué debe hacer?
turo como un lisiado sin manos! Lo que más temía eran los chismes. Se preocu
a que Alston nunca lo dejaría ir. Ahora la única persona que podía
lástima y dijo: -Gabrielle, por favor sálvame. Por el bien de nuestra relación de un año,
s ojos. Cualquiera que lo v
, ¿no era él quien empeoraba la situación ahora? Para él
ueño castigo fue suficiente. No había necesidad de inutilizar sus manos. En esta época, si perdiera las
, déjalo ir. Solo dale un pequeño castigo. De
más a él. Gabrielle, eres demasiado amable. No se lo mer
ste asunto. Nació con un alto estatus, y nadie podía agredirlo, sin mencionar que todavía la poseía. La
abrielle cerró la b
e Alston, pero aún hablaba salvajemente. Además, ella había roga
teger su mano de todos modos, y no había ninguna esperanza de que saliera de aquí sano y salvo, en
de fingir ser lastimoso a una cara sarcástica, lo que hizo q
o tiempo. Ella es solo un zapato gastado. Dado que el Sr. A Alston le gusta este zapato gastado, se
on la cabeza cuando miró
inocencia de esta manera? ¡No debería haber hablado por él en es
sto, se sintió triste, pero no le importó. Lo más importante era si Alston le creía o no. Ella
abrielle. Sabía que Gabrielle no podía
irar a Gabrielle a los