az existía, al menos en ciertos aspectos. La violencia en aquellos tiempos eran penalizados y tenías q
aba a través de su imaginación un mundo al que le gustaría que fuese real. Si tan solo tuviera la posib
047 en donde comenzó la erradicación. Hace un siglo existió una pandemia clase B, donde los an
ta anomalía, sobre una infección cerebral hacia los animales, quisieron aprovecharla. Utilizaron e
, creando de esta forma una guerra apocalíptica por cuestiones de hambre. Miles de personas sobre
versal desbordaba en cualquier región. No existían leyes, ni condiciones,
u necesidad de vivir y la sed de sangre que tenían, para seguir proclamándose raza sup
rianza, maternidad obligatoria en pos de la existencia. Los bebés eran enviados al matadero, para obtener sus carnes frescas y puras. Creyendo que aún exis
n el objetivo de coexistir en un planeta libre de recursos vitales.
de ver cómo criaban niños con tal de tener algo de comer, los criaban como ovejas, les hacían comer a sus propio
consecuencia mi madre fue degollada en un pilar, frente a miles de niños, cuyo deseo era solo alimentarse para
e coexistir en un mundo como este, y yo, soy una de ellas. Cinco niños de cada familia nacían con la posibilidad de v
raza humana, alimentarse de ellos, con tal de que sus cuerpos decrépitos si
especie viviendo en lo más profundo de la tierra, llamados en la antigüedad como «Cuervos». Devorar
a en este planeta. Mi nombre es Amaia, responsable de la extinción de toda raza humana, incluso de la mí
os de cualquier género, no había nadie que pudiese verme a los ojos y no fallecer
a de sus miedos. Mi Evolución no solo me permitió vivir aquí, planeta cuya tierra estaba
ían, sacrificaron a las mujeres para evitar la repoblación, olvidaron su procedencia. Una sola mujer en todo el
os y géneros. Los seres humanos que cumplían con cierta funcionalidad corporal, eran enviados a
elo. Todo ser humano merece una libertad de vida, y eso, los de la tierra lo tenían muy claro. Por esa razón, enviar
iajé al lugar donde se encontraban los Cuervos, la parvada salía de las cuevas, revo
na niña, y al crecer, me convertí en una Diosa. Pero eso ya no será lo mismo, el corazón de la Ti
s Guerras, el Hambre, las Enfermedades, y el Egoísmo. Por lo tanto, soy responsable de co
aia... Y soy el