n silencio de repente. Con un profundo suspiro, Rita se sentó débilmente en la ca
mental grave y no podía recibir ningún estímulo d
al, lo puso bajo arresto domiciliario. Para que Rita lo escuchara y estuviera a su disposición, le pid
de todo, Rex es mi hijo
: "Dejaré que se vean después de que Ethan prop
fue. Se fue de una manera tan libre y fácil,
él, ¿cómo atra
nció los labios con am
gen estaba profundamente arra
a en la cama, todaví
tiría tan fácilmente. Ella siempre sintió qu
ido, el precio de las acciones de la familia Bai comenzó a subir. Aprovechando esta oportunidad, Eric contrató
acciones en alza, Rita t
io de las acciones seguía subiendo. Ethan no t
sangre de Ethan y él era la víctima. En otras palabras, la razón por la que todo había sucedido fue qu
que fue rechazada por todos, y la imagen de la familia Bai también se desplomó. Las acciones cayero
as por medios ilegales. Originalmente, estaba seguro de ganar, pero ahora c
eó sin decir una palabra. "¿Qué diablos hiciste? ¿No viste la situac
ada. Él fue quien la obligó a tenderle una tram
tu propio
o apresuradamente, "¡Rita! Si te atreves a da
tando de controlar su temperament
lo mostró. "No le hice nada a Rex. ¿Cómo lo lastimaría? Él es mi hijo, pero no pu
llenaron sus ojos blancos y negros. Torció su cuerpo inquieto y sollozó pidiendo ayuda. A t
Re
almente lamentable. ¿Qué debemos hacer ahora? Como dije, dejaré que tú y tu hermano se conozcan solo
Er
a o no volveré a h
oz y despiadada y dijo: "Sabes qué hacer. ¡No soltaré a Rex h
o que Eric era su padre,
se comerá a sus cachorro
ción de Rex, volvió
egurarse de la ubicación de
ra vez, sufriera por el resto de su vida. También sabía que cuando se encontraran est
ida en JC City se reunieron aquí. Respiró hondo para calmarse, luego apretó los puñ
ateada de las mujeres llenó toda la habitación. Una docena de mujeres se sentaron alre
ivamente quería evitar esta escena, pero pensando en la situación
uó como si no hubiera visto a esta persona, hablando y riendo en sus brazos d
ita era tonta y se veía tan ridícu
cia ella y el ridículo de los demás. Estaba dispuesta a aceptar eso
, t
po, una mujer le habl
el ceño. ¿Por qué deberí
o, no lo
ai
idió que bailara. Sus ojos estaban oscuros y había un destello de alegría en sus ojos. Le