epente. Pensó en lo que había dicho Simon. Si no pagaba el alquiler, Simon defi
an rápido que apen
unadamente, tomó un taxi antes de salir. Dijo con voz
aba de humor para apreciarla. La ansiedad en su corazón era tan salvaje como la maleza. Pensamientos siniestros estaban desenfrenados en su mente. E
ces debe ser una tragedia cuando se trata de Kevin y ella, e
to y miró hacia arriba, una figura fre
e con ella incluso cuando se conocieron ahora. ¿Por qué tenía que calentarse para acercarse a él? En los últimos dos años, casi había perdido todo su orgullo y confianza. Se volvió tan humilde y trabajó en todo tipo de trabajos a tiempo parcial pa
le lanzó una mirada fría
nte recuperó el sentido y dejó de mirarlo a la cara. Se culpó a sí misma por ser demasiado cobarde. A
o, pero no podía evitar querer acercarse a él. Quería un abrazo como antes, dicié
funda funcionó y Yolan
iguió avanzando, porque nada era más
a tranquila y sin emociones, pero sus palabras tranquilizadoras todaví
gracias por costumbre. Su
conoces?" La miró con una leve sonrisa. Había una mirada compli
te un buen rato, y luego dijo en voz baj
n así pidió humildemente que se fuera,
"Yolanda, tengo curiosidad por saber cómo te has vuelto tan cobarde en los últimos