n. Tu eres mi hermana. ¡Tenemos que compartir el bien y el dolor! "Jenni
ras para hacerla sentir bien, pero sus lágri
rlene se despertó y vio a su hija llor
sa. Sacudió la cabeza y explicó con voz un poco ronca: "Mamá, no estoy lloran
una sonrisa: "Es fácil que te toquen desde que eras un niño. Inclu
a su madre porque no quería que Charlene volviera a caer en la memoria. Aunque el recuerdo tenía algo que
ma familiar. Estaba tan conmovida por el programa, pero no quería llorar fren
nte volvió a la normalidad. Ella cambió el tema y preguntó:
por el suelo. Rápidamente dejó caer el cuenco y sacó un trozo de papel para limpiarlo
ifer respondió y le guiñó un ojo a Yolanda. Luego se rió y dijo:
que Jennifer estaba acostumbrada a actuar con valentía,
tan enojada que su voz se elevó varios grados. Aunque
rlo. Miró a Charlene, que ahora tenía una expresión compleja.
ere lastimarme. No te enfades ". Charlene extendió la mano par
dio cuenta de que había dicho algo mal, por lo que se apresuró a compensarlo y la c
jo: "Mamá, es mi culpa. Te dejo vivi
habría tenido una gran suma de
se deprima. Tienes que crecer, ¿entiendes? " Charlene siempre había sido una madre amable. Cuando Yolanda era una hija voluntariosa de una f
la vida es demasiado difícil para ti. Si tengo una buena ma