XIX. Su vestido elegante indica que pertenece a la clase alta, sumando la gran casa victoriana cercana de
altos. No quiere perderse y pasar hambre. Este bosque es muy tranquilo y hasta el momento no han aparecido rumores de que esté encantado; a diferencia de otras arboled
ocidos que los están visitando. Ella es hija única, por lo que no tiene hermanos o hermanas con quien jugar;
o la atenta mirada de una de las sirvientas que ahora cumple la función de niñera; todo
la sirvienta-niñera qu
en del bosque... en real
st. Oye,
ia atrás. Se queda muda de la impresión, descubriendo a dos di
o quieres visitar nuestra aldea? -pregunta uno de los seres feérico
egaña la diminuta mujer alada a su compañero, para lue
o ondulado color castaño claro; ahora, ella realiza la siguiente interrogante
se acerca un paso más hacia los d
duende alado -responde la mujercita con alas de mariposa, a
nadie nos ha encontrado. Nos escondemos muy bien de
ada año, nunca pierdes la oportunidad de jugar por aquí. Eres muy amable con nuestros árboles y flores, por eso que
ensa por uno
, notando que uno de
ce el niño; su nombre es Fernando y tiene once a
volteando por unos moment
unos momentos -
é a ver y luego te alcanzo -le dice Raquel con alegría para luego int
a su amiga, pero al buscar entre los primeros troncos de l
casa, dando la preocupante n
♣
do, manteniéndose ese azul en el cielo; en los alrededores hay bastantes flores multicolores y varios animalillos, incluye
a un claro en medio del bosque Nayadd; la niña aparta unas ram
arte de un par de arbustos en el centro; varios troncos de alrededor tie
s traído a la niña! -grita muy emocio
esos hombrecillos y mujercillas aladas rodean a la visitante, contemplándola atentamente. Por su parte Raquel se sorpren
del claro, pidiéndole constantemente que cuide sus pasos
un poco, déj
pero otra voz cercana
á ocurriendo aquí! -gri
otras hadas presentes: dieciocho centímetros. Sus ropas son de mejor calidad y decoradas con diminutas joyas preciosas; en lugar de una corona de oro, sobre
lebeyos de alrededor guardan completo silencio mient
era en romper el
nuestro alboroto -se disculpa ella al tanto que a
stazo alrededor, encontrand
Quién la ha traído y por qué no la ahuyentan?! -inquie
quí -dice Elýnn al tanto que alza el rostro, agregando-. Rec
-dice muy molesta la reina, para luego volar directamente a la cara de Raquel-. No eres bienvenida a nuestro recinto, ahora largarte por don
a atrás, ahora asustada por e
del mismo arbusto del centro. Los guardias alados están armados con lanzas en miniatura; usando esas
rla y se retiren de regreso al claro. Triste y asustada, Raquel quiere regresar a s
yo la guiemos de regreso a su hogar
asiado de nuestro recinto, tú y tu esposo. Debemos estar siempre atentos y tener mucho cuidado d
s! ¡Cuidado! -gritan
trapada en un santiamén por una red antes de que pueda reaccionar. Los otro
ro, empezando a buscar por algo o alguien que les ayude;
vor! -exclama preocupada Elýnn al
ere en su recinto -respo
hadas; ayúdanos por favor -suplica
ros seres feéricos se acercan c
to del bosque! -dicen ellos para luego huir más lejos; atr
ntidad de hadas posibles, con ayuda de unas grandísimas y larguísimas redes para atrapar mariposas. Los sujetos desconocidos
ue han escapado -ordena uno de los hombres parado cerca de los arbustos del centro y sujetando otra red con sus manos; adentro de esa larga red s
Raquel a sus dos amiguitos, al t
san esas redes mágicas para atraparno
ienen poderes mágic
stamos indefensos; ni si quiera nuestros guardias pueden escapar de esas rede
ndite, dirigiéndose directamente hacia el hombre en el centro del claro; con todas sus fuerzas lo avienta, provocando que el cazado
údenme! -grita el hombre sin sab
cazadores sacan a su líder de los arbustos; en medio de la confusión ellos
s posible, la peque
no de los sujetos, apenas percatándose d
e; la reina y otro montón de hadas escapan de la red m
bustos, justo en el momento en que la
dor líder, corriendo u
as hadas y duendes alados
ea hacia la niña que han ca
una fortuna! ¡Mis mejores clientes se van a enfadar! -asegura el líder al tanto que se acerca y
quitarle la vida a la pequeña, una lanza en miniatura atraviesa por comple
ezas; buscan sus redes para poder atraparlas de nueva cuenta, pero ya no están. Varias de esas personi
uno de los hombres, soltando a la niña y caminando lentam
uz color magenta; segundos después, todos los brazos de las hadas y duendes alados son envueltos con lumbre
tras magias dañinas a los cazadores; al ser un grupo de varias
ecibirás tu merecido! -exclama furioso el líder de l
ción cuando los cazado
arse, pero la misma reina
r unos momentos? -indaga la reina con un tono amab
que me quede? -pregunta l
azadores constantemente nos están molestando; nos hemos cambiado de hogar durant
hasta que recuerda que tiene que regresar con sus padres; mas al final, la reina le
a podremos defendernos mejo
mpensan con un trofeo: la navaja plegable que dejó atrás el jefe de los cazadores. Raquel usa esa navaja para tallar una rama, obteniendo un bastón similar al de la antigua reina; esa misma had
quel, quien se mueve constantemente por todo el bosque Nayadd, guiando a sus s
mor; un día conoció a un apuesto leñador. Al principio ella quería detenerlo para evitar la destrucción de su par
y sus compañeros de trabajo se tenían que marchar para nunca regresar. El hombre aceptó la condición. Esa misma noche y en medio de un claro especial, bajo un mant
ar que hay monstruos peligrosos en las cercanías. Asegura que en la noche se encontr
a hija con ayuda de sus súbditos feéricos; a sugerencia de su pequeña
e que Lulubel nació,
bosque, cuidando de su pequeña bebé, cuand
acerca! -gritan varios seres feé
hijita dormida adentro de una c
l al tanto que sujeta su bác
o este luce ropas finas -ac
lor gris; el desconocido da sus primeros pasos adentro del claro, encontrá
que el sujeto misterioso contemp
ado el hombre de veintiún años; sus cabe
to de la clase alta; sus recuerdos regresan lent
jer de veinte años igualmente asombrada, l
asombrado de que estés saludable y tengas ropas nuevas -menciona Fernando muy alegre al tanto que
sela a mis papás -dice la reina Raqu
a sirviente principal de la reina humana-. Nosotros, sus súbditos le ayudaremos a llevarla; igualment
la a través de árboles y arbustos; atrás de ellos dos, un m
go muy extraño sucede; ambos amigos adultos se detienen y voltean hacia atr
o que me ha pasado. Lo último que recuerdo, es que me adentré e
do en el bosque, pero no recuerdo en dónde t
la casa; Raquel descubre a sus padres, ocurrien
adas observa escondido des
moria a nuestra reina Raquel? -le pregunta
especialmente con su heredera -asevera la ex regente hada, volteando hacia la c
báculo mágico y esa navaja larga? -pregu
marchémonos; tenemos que encontrar comida y leche para nuestra princesa. Toda
ga y reina Raquel, para después seguir al mar de
e las hadas que se menciona en varias leyendas, pero la misma mujer niega haber convivido con esos sere
d y a los oídos de Raquel y Fernando, asegurando que una niña tiene
de Lulubel, la nueva