lo 1-
los que creían en supers
esos días en qu
estuvo a mi favor,
a, que tenía que e
con el tiempo, tuve
o m
negaba que alguien pu
os aún me de
uno de e
ro mi celular son
iado t
horas
ositivo, pensé que
horas más largas de l
ra se veía como si hubiera
pense que no tenia
a
simpática y bonac
cambiaron, por
po y me dio do
comenzaba, los auto
costumbrado, per
ucada como una lata d
e lo
en podía salir de c
ña
presa, no había nadie
ería haber notado l
nd
o de lo habitual para
bargo, todo estaba allí, y
o dos horas antes,
no me di cuent
Investimentos dura
área de en
universidad, piensas
mente descubrí que el
sonas tan bu
decisión: seguí tra
el alquiler y
s años con los pies e
haberlo
r Antonio. - dije a
la sonrisa amistos
está tan.
ó con el ceño fr
ta más tonta que jamá
mirándolo con un
ñana, sabes que las co
desde las sie
estaba pensando en la
empo. Abrí la bolsa a
staba en la parte
nueve. Dije, sin
ba hablando
o celular de su bolsillo,
, y me lo entregó,
rec
on incredulidad, poco a
y querí
era la más apropia
guí mirando a l
ción obvia para venir
ce
escena más grande fr
algo así, siendo ta
de lág
ra tan frágil, si
o aún se cernía
rado al
or contenerme y bus
comer algo, porque
trabajé en ese am
como el mi
a el almuerzo, definit
veces tuve que c
dec
io estaba cerca de va
el tiempo. Saqué el
a hora para que no
*
atiempo inicial, fin
el día con una pil
estaba tensa cuando
traño, ya que a la muje
cuando
a después de organizar
que tomar demasiado c
e la com
fa se fue temprano, e
le agradecí a Dios qu
al meno
añeros a comer y a
al portero, que era e
de los pri
amaron a la oficina
enia el mal presentim
ped
senté, vi la expresión de
todo el día, y ahor
era que alg
?' Pregunté
ia. Dijo dejando
silla. - Fuimos
corazón diera un vuelco.
odo rumores sobre l
robando y jugando
ora?' – pregun
pagados y lo que qu
- El re
onversación, se acordó
os que se fueron estaban
nos peores
pensando en qué ha
trabajo que no me
me quedé sin nada y c
ir otro
no era la mejor y pe
a. Pero tal vez esta
inalmente trabajar en e
yo tenia una casa
uso si tomó un tie
l
sta la casa que había
. Estábamos siempre traba
del tiempo en casa.
zapatos y tirando m
idas, pero nada del homb
me llamó l
sin embargo, la cur
ión, lentamente. La pue
sonas subiéndose en
íd
ieron sexo como dos
Una rabia se apoderó d
n un fuer
DEMONIO
en me hubiera lanzado e
bajo, ahora descubro