s muy abiertos y lu
té con si
te hasta aquí para conversar contigo y en el úni
rendida, ¿no lo había llamado jefe? Ent
mi hijastro, es h
í a la hija de otra mujer? Es más, ¿usted cree que va a aceptar
nco años en un accidente
. ―Me sentí como una
―Silencio por largos segun
le acept
és por un intercomunicador y lu
nen ―me
aci
de piel trigueña y ojos cafés, nada del otro mundo, no para hombres como Ángelo, que debía estar acostumbrado a mujeres de metro ochenta y curvas despampanantes. Bueno, yo, definitivamente, había salido a mi mamá. Pequeña, medía menos de un metro sesenta; piel
abló mi papá―, a
r con más de un servicio, solo los haría pasar vergüenza y yo también quedaría en ridículo. ¿Por qué mi mamá nunca me dijo de ellos? Ella me decía que mi papá era el hombre más maravilloso que podía existir, caballero, romántico, fiel... Que él nunca quiso d
favor ―me rogó mi padr
abía quedado peg
le creía nada, pensaba que, si él era tan bueno como ella me decía,
do, jamás te hub
ere hacerse
permites, sí quiero hacerme cargo de ti, cu
sto, ¿cómo sé que
a de tu madre, además, ¿qué ganar
naban nada. De pronto, recordé la carta que me habí
ja? ―Mi cara n
dejó un
a ca
ochila, pero su h
o, me levanté y la tomé, busqué dentro de e
a m
a dado todo por quedarme más tiempo contigo, p
embarazado, nunca supo de tu existencia, cuando lo conozcas te darás cuenta por qué. Él tenía obligaciones que no podía dejar por nosotras, yo jamás se lo hubiera pe
estoy segura de que se querrán mucho y él
ontra mi pecho. Con eso ya era suf
na duda? ―me pr
¿Y a
ngu
irá un exam
ro de que eres mi hija, tienes m
ngo una
é co
ronuncia su nombre, él no parec
o dices? ¿T
ien, además, ninguno de los dos nos
hombre como él, sabe guardar muy bien sus emociones, lo que sé es que no se molest
no, n
ió dive
edo? Quizás a
sé―, aunque no fue brusco
pero ya lo conocerás mejor y te dará
a la p
as
está servida ―di
uida. ―La mujer salió y Ánge
dad es
am
traba el hombre de nombre raro y otro hombre, parecía más jo
ella es su nueva hermana, esper
re raro hizo un ge
ludó el más joven, tenía un aspecto m
creo que lo haya
nocemos ―dijo el ma
e no nos s
fue usted la
noches,
rfectos dientes en
uerida ―me d
, solo lo habría hecho para molestar a ese hom