que me acoplé de inmediato a su carácter y nos contamos anécdotas de niños. Gabr
dre nos invitó al b
eres bebe
nunca tom
gusta
a gustarle, pap
es ra
y me lo extendió, le di un
ro fuerte ―dij
e largó
ala. Tendrás que acostumbrarte, no puedes pone
por obligación y no fue nada agradable, aparte de que dudo mucho que sea como la q
ja oficialmente, t
su hija n
ser una
do toda mi vida
a que te encontré, quiero que todo el mundo sepa que tú
r aquí, que yo no per
eres mi
engo que camb
o que no
ico que haría sería avergonzarlos, a los tres, yo no soy de este mundo, soy la chica del aseo, la invisi
gradecida ―rep
siquiera podía responderle p
―reprendi
í que me había abandonado, ahora me entero de que no, y eso me basta. No puedo irme co
ros nos vamos pasado mañana. Quédate. Esta es t
mi vaso y volví a
espués. Esta casa es demasiado para mí, si me quedo,
el momento ―a
que no es tan terrible como lo ves ahora; somos
hermanos mega millonarios. Para muchos podría ser algo maravilloso, pero yo sient
cambiar, pero tu futuro puede ser muy diferente ―replicó Gabriel―. ¿Te imaginas si tu papá no quisiera
zón. ―Bajé
dijo Ángelo―, mañana pode
a y estoy algo mareada, creo q
habitación, herman
as noches ―dij
de dos zancad
ueta y lloré. No podía creer que mi papá estaba allí conmigo y me quería. Tanto tiempo pensé que él nos habí
en sus brazos ha
―atiné a
ariño, descansa
en la frente y
r vueltas de trompo en la cama. Me senté frente a la chimenea y pensé y pensé y pensé. El vaivén del fu
frío, con los gastos del cementerio de mi mamá, ese m
s y me lev
demos cuenta... te aviso que es impos
algo que es mío? ―es
raro que no saca
uieres
e niña a la que no le importa e
teresa el
quieres adueñar
es a
ir que todo lo que
me trataste
―me preguntó ca
Qu
¿es tu
engo
ado porque le envia
, se lo había man
stabas secuestran
ue te pregunto e
mbre y es mi
¿con d
oy de
or, toda
ed, pero yo no soy así, José es mi mejor am
o, si tú
a vuelta pa