: L
usta la
ermosa, eso no lo puedo negar, pero me parece que me costará mucho
pal también, pero al ser estudiante, mis días los pasaba en la universidad o de f
or años pensé que mi futuro lo desarrollaría al lado de mi familia, en mi pueblo. Y no llevo ni cuarenta y oc
o único que pude encontrar con tan poco tiempo de búsqueda, pero p
Si dijera que es eso solamente, podría asumir que no sucede nada, al fin y al cabo, estoy en la cuidad, aquí todo se reduce a edificios inmensos, tráfico constante y montón de peatones.la vez nostalgia. Puedo estar viendo el televisor y a la vez cocinando, o en su defecto, calentando la comida. Pero en mi casa, si estabas en la cocina, no veías absol
clínica donde trabajaré. Puedo ir caminando, lo que es un aliciente, teniendo en cuenta que no traje
me hizo sentir mucho mejor. Me encantó todo lo que vi mientras me daba un recorrido inicial, solo por las partes básicas d
tuvo bien. Con todo lo que estaba sucediendo en mi interior, la tristeza de dejarlo todo atrás y romper mis propios planes futuros, el silencio era buena compañía. Tuve tiempo, mientras mirab
ución. Los árboles son antiguos, se nota de solo admirar el diámetro de algunos y las raíces robustas que s
nte de la diferencia de ambiente. Pero en es
no todo es color de rosas. Tendré que ganarme un lugar entre los médicos y no será fácil. Esta profesión es de mucha competencia, de estar ahí en los momentos claves. Y ya bien me lo dijo el propio di
camino, voy familiarizándome con todo a mi alrededor. Algunas luces ya prendidas y carteles, anuncian los nombres de negocios, restaurantes, tiendas y has
entra el apartamento, cuando un letrer
's B
es un bar de tapas, por lo que decido entrar y darle una oportunidad. De todas maneras, estoy hambrien
n exquisitas y, por supuesto, el vino lo está aún más. Soy un poco fanático a esta bebida, por lo que encontrarme con una
esta vez un semi dulce cosecha de hace cinco años, cuando u
uadas con los cortes y ajustes del corto vestido. Un escote pronunciado en forma de "V", no deja paso a la imaginación. Su
anto la mía, para encontrarme con un bonito rostro que me sonríe coqueto. Sus ojos son azules y brillan seductor
sta noche, an
pienso, cuando me veo caminando a su encuentro
.
evitarlo. Siento la risa de la desconocida en mi boca
e besos que comenzamos desde que salimos del bar. Su cuello, su mejilla, su boca. Mis manos travi
tido me da fácil acceso y no dudo en aprovecharlo. Alza sus piernas hasta rodear mi cintura y yo coloco mi mano li
ás caliente. Todavía mi mano se mueve por sus senos, pero ahora mi boca la ac
mientras sigo rozándome contra ella y no de
ama, con voz gutura
brazada a mí hasta la isla que separa la cocina del resto de
an de aceptación cuando zafo el cinturón y me bajo los pantalones. A estas alturas, mis calzoncillos parecen una cas
cerca del centro de su calor, pero sin tocarlo. Ella apoya sus manos en mis hombros, para sostenerse. Bajo mi cabeza, dispuesto a
e contradicciones, al recordar que, al parecer, no fui suficiente para la mujer con la que pret
lla la que sienta el placer. Ahora quiero ser egoísta y pro
edos entra profundo, sin pedir permiso y sin contemplaciones. Otro dedo. Y otro. Sus fluidos llenan mi mano y cada vez la chica pide más. Arqueo los dedos y los muevo lo más rápido que puedo. Entran y sal
ás de tres segundos en bajar mis calzoncillos y ponerme el condón, así como ella tampoco demora en
berarme. Comienzo a moverme con soltura, ella me recibe sin problemas. Asimilo un ritmo constante, fuerte y rápido. El sonido de nuestros cuerpos al chocar me provoca y sus gemidos involuntarios me hacen saber que ella está cerca. Aumento los movimientos, a la vez que muerdo sus labios. Ella afinca sus piernas en mis nalgas y a
mada y sin fuerzas, encima de la encimera. Cuando regreso, ya limpio, ella est
lía provocar con mis amantes. Un ansia et
parecer, Mary
onde la chica está y la levanto. Me siento yo en el sofá y le hago un gesto para que se agache. Ella
garganta. Cuando ya no puedo aguantar más y me libero otra vez en su boca, n
on todas, pero no