i
tor era grande. No es que fuera un santo, porque seguro que no lo era, pero subirme al carro era algo que nunca haría. Para mí, sería como romper un voto que hice cuando me gradué como oficial d
o lo que decía el bandido, y siempre era lo m
fuerte. Como tengo curiosidad, me levanté para ver qué estaba pasando, y cuando salí de mi habitación, me en
so. Verla caminar con esos tacones de aguja me puso cachondo. Nunca he estado en este tipo de situ
sobre ella, pero no, me dieron ganas de recoger a esa mujer y llevarla a m
ui directamente a la habitación de Da
d, deja de inte
que cuidarte - respondió Davi, que estaba a
o quiero que nadie en mi espalda trate d
ba de ella. Parecía espontánea, gritaba a los cuatro vientos c
avi. Por la expresión de su rostro, estaba a punto de volar hacia el cu
, no te dejaré ir a ese
esa? Otra cosa: ¿será que esta
ima vez: soy mayor de e
que debían haberla conocido, o de lo contrario realmente sentían lástima por David. Lo que sea que estaba haciendo, estaba
edad debería haberme asustado o al menos preocupado, pero eso no fue lo que sentí.
untó David, y yo me quedé allí, cu
jer normal, por si algún ogro hijo de puta ... No ,
ta antes? Hasta se parecían, aunque mi tigresa era maravillosa. Se
todo nervioso, y mi tigresa giro su rostro para
iogo", respon
té curioso, hablando con Davi sin mirarlo, porque
voz me dio ganas de levantarla y hacer con ella todos los pensamientos que estaba teniend
ira - Me presenté a mi tigresa. Me
ana del idiota de al lado -respondió en ton
l diputado", dijo Davi
o llamarte así o de otra fo
edes llamarme perro grande, tr
amó, sacándome de mis
des llamarme Di
o, lamento tener que irme, pero
?" - le pregunté curiosa, y ella
ease", respondió, dándome un gui
n que lo dijo o pegarle por esta
o, y me puse duro al ver ese colu
co", me confesó Davi, y yo, mi
i tam
darte de mi hermana,
cómo lo hace", respondí, mirándolo y oliendo su
y Diogo Venturini Nogueira, más conocido como el delegado . Esta mujer serí