a la baranda de la cubierta de la nave a disfrutar por unos minutos del aire y la tranquilidad
iaba lo bueno de malo, o lo ético y moral de lo anti ético e inmoral, todo era lo mismo siempre y cuan
dad que ahora tenía la superficie era la prueba de que la naturaleza misma era cómplice de actos
odos tenían siempre un pequeño secreto, algo de que avergonzarse, algo que había hecho y no debieron, o que querían
aber sacrificado a su hija Ifigenia a la mar para poder tener buen puerto en su viaje hacia Troya, pero ninguno de los hombres que regresaron
propia Ifigenia, vería pronto como su sacr
isma cosa, así que básicamente estaba llevando a cabo un plan similar del que los grandes habían cantado, y hecho poesía y contado historias,
an bien, un matrimonio arreglado con una heredera siempre era un buen plan, pero si a eso se le sumaban circunstancias desafortunadas pues... era mucho mejor, de pronto comenzaba
negocios y empresas reales, no de maletín como algunas de las suyas, limpias con un blanco historial fiscal
uearlo a voluntad, solo que el viejo no estaba convencido de hacerlo, había intentado involucrarlo alguna vez, pero se había negad
quiebra el negocio turístico que se había ido a pique con el desplome económico pos
con el lado de la mano, puso la copa sobre la encimera y bajó al camarote, no al suyo, sino a
untó la chica de cabellos la
frutilla que estaba dispuesta sobre una ban
se acomodaba en una pose sexi sobre la cama, dejando a
en el delicioso y dulce líquido -Ven acá -Ordenó al tiempo que ponía el trozo achocolatado dentro de la boca de la mujer y apretaba con
aquí y te enseñaré lo
sobre él completamente desnuda, haciendo encajar su fisionomía sobre la del cuerpo del hombre excitado y r
s olímpico tan terrible como hermoso, y disfrutó con él de las sensaciones enviadas como rayos a tra
ios al tiempo que jugaba con su clítoris, enviándola derecho a la luna en una explosión de sen