edido se los descontaron de sus vacaciones y eso que le rogo a su jefa pu
ecir del golpe en su mejilla, si el hombre que estaba con Julián no lo tenía posiblemente estaría m
ion sabiendo que las cosas se podrían complicar a pesar de ello no que
sar un poco para tapar su mejilla pues aún seguía algo morada, continuo con sus
n a su casa, paso por un tienda y compro algunos cosas que necesitaba para la cena y mientras sacaba un pote de helado de la
o, ¿qué est
contigo sobre al
do, teng
o porque me
s la cir
Es
Au
a que se quejara de dolor y más aún porque lo evadía y miraba a los lados como si la
ó al hombre y le arrancho el tel
a cabeza de aquel hombre y le revisaron el teléfono, Andrés pudo memorizar el nú
averiguarlo cueste lo que cueste y decidió
spersa al encontrarla en un camisón de tiras y má
de su apartamento, pero no querí
¿qué t
e intentaron as
tás
será mejor
. . .
or que te
ta con su número y le rogó que lo llamara si algo malo le llegara a p
su número, pero con el nombre de alguien del trabajo así ev
fónico que vio en el teléfono del hombre del callejón y grande fue su sorpresa cuando pudo indagar gracias
n vigilado sin levantar sospechas, él creía que el temor de
salió de su apartamento pensó que Julián llamaría, pero no lo hacía y
por lo que aquello hacía que la incertidumbre no la carcomiera de temor, por una parte, pudo
ba síntomas de la menopausia, pues según ella todo estaba mal elaborado, Ana estaba sentada en la
e si, en el caso de su jefa lo veía complicado y
rdando aquellas luces coloridas que alguna vez colgó en su habitación y los poster
que comer, sentada en sofá comiendo una fruta noto que su teléfono ten
uy bien a comparación
Madrid , ojala a la próxi
irme cualquier cosa que
sara podría pedir ayuda si es que algo le pasara, no confía en Julián en aquell