es (a partir de
mos emocionados. Ella sería la primera en llegar a la mayoría de edad. Y para mí todo fue aún mejor: la primera vez que
onsideraba mi padre, aunque no lo era. No solo era conservador, sino que se esforzaba por cambiar la opinión de mi madre sobr
ieron unos taburetes altos para los que preferían beber sentados. A los pocos metros, a la izquierda, una pequeña escalera, tenuemente iluminada, desde donde se accedía al segundo piso, en el que se tocaba música bailable. No se oía nada desde allí arriba. Pero el sonido que venía del piso de abajo, que estaba más adelante, en un área más amplia. Donde estábamos era brillante y bien iluminado. Al pasar, se podía ver la enorme pista de baile, un escalón más abajo
cuchando mis canciones favoritas en el ambiente oscuro
ces? pregu
ó. - Dije a
una vez. Pero yo no seguí. Daniela hab
e día especialmente lo estaba. Conocí a Alissa y Daniela hace tres años, cuando estaba en la escuela secundaria. Valquiria que conocía desde que mi memoria comenzó a existir. Estudi
r a Manhattan y ahí es donde encontramos el lugar. La intención era encontrarse con él allí. La primera vez que lo vio allí, pero él se enganchó con otra chica. Le d
tas, pero no estábamos hechas para mujeres feas, así que pronto nos encontramos con mucha c
, platinada, negra azulada y hasta estilo Geri Halliwell , de las Spice Girls. Como buen acuariano, me gustaban los cambios y me alejaba de lo tradicional. No sabía cuánto tiempo sería pelirroja, pero en estos días me gustaba. Mi cabello nunca ha estado tan largo: hasta la mitad de mi espalda. No podía dej
do mi manera loca y sin ritmo. Y también sabía toda la música. Por fin alguien con buen gusto musical. Era delgado, pero tenía brazos fuertes. Era un poco más alto que yo (cualquiera era más alto que yo), tenía el cabello castaño que no er
mis brazos alrededor de su cuello, para intensificar ese maravilloso beso. Me reí entre dientes mientras me besaba en la boca mientras él bajaba las manos y me bajaba el ve
es tu
ta. ¿Y
o... Pero puede
marme Juliet
y acercándome a su cuerpo, mientras sus manos
Me di cuenta de que fue el consumo excesivo de alcohol lo que me intoxicó por completo con ese hombre. Pero
abrazándome por detrás, sin soltarme nunca. La sensación que tuve fue que lo conoc
ba su barbilla en mis hombros. Si eso no
s soltamos ni un minuto. Después de más besos atractivos y ning
aquí en l
. ¿Y
próxim
on la certeza de que él también
ela Té
de estudio. -
que estudias
Estuve d
aquí? ¿Cómo es que nu
í de
mucho por
ampoco. - él admiti
a primera vez que ven
ue yo también,
a reír. lo
l que no le g
a, pero no le vuelve l
tengo una familia algo tr
is parientes.
ar música... Ya que a ti
, aunque no soy
nsé que
cuando la vi bailar tan emocionada...
r
ablando así,
mo? ¿Estás l
ó a carcajadas. – Ya e
imaginar que podría mejorar, me sorprendió cuando me abrazó con fuerza, presionándome contra él, y luego me levantó, llevándome
dos durante la noche. Pero no duró much
mos qu
almente necesitas ir? ¿Estás seguro de que no
ha llegado
r conocerte, C
er fue to
vas a volver a verme? Me quedé allí, observándolo irse. Vuelve
pareció entre la multit
oraste? – preguntó Dani
No ves los corazones
cá, por el amor de Dios.
brázame fuer
e interponían en mi vida. Estaba enfocado en los estudios, dedicado, pero el 50% de mi tiempo lo dedicaba a las pasiones adolescentes. Amaba a uno cada semana y "no amaba" cada semana. Eso me diferenció mucho de mis amigos. Alissa se relacionó con otros chicos, pero Saul solo le gustaba. A Valkyrie, por su parte, le había gustado Adriano durante muchos años y no se quedaría con nadie más que con él. Su primer beso fue el año pasado, gracias por nosotros. Con tanta insistencia, terminó cediendo a nuestras presiones. Besó a una persona que elegimos y nunca volvió a ver una boca masculina en su vida. Creo que hizo alguna promesa de que solo besaría la segunda vez si era Adriano. Sin embargo, ella siempre salía con nosotros. Pero su estado de ánimo dependía de que Adriano apareciera en el lug
siempre. Sobre todo cuando se trataba de romper un pacto de amistad. Sí, fui yo quien rompió el pacto... Y no los perdí, pero nunca volvió a ser lo