RT
me presenté como era debido, sin dejar de morder el interi
o es necesario hacerle esta
¿Qué es lo que la trajo a cambiar de p
. Y joder, no quería sentirme
res. Eso es todo
a así su manera de mirar a todo el mundo. Pero me detalló a tal punto que me
stante, de hecho, estaba casi sup
í tanto en lo que esc
a mí y en mi casa, debes saber que no me
n el estómago al oírl
mente mis ojos hacia
uy idílicos, no los
no era un coqueteo de un hombre hacia una mujer. Él me dio la sensación de que era mucho más qu
función. Y realmente me hace falta el dinero, por
no sabía si esta vez lo habí
mento y apenas lo leí. Firmé y este arqueó la c
esto podría alca
do sobre su suntuoso escritorio y lo guardó-. Bienvenida. Mi abuela está ansiosa de conocerla. Se alzó de su asiento
ias,
o, ni un semblante que fuese el protagonista de cualquier espacio como lo era el de él. No soy la típica mujer pequeña con unas piernas largas y una cintura diminuta. Mi vientre cambió después de cargar nueve meses a mi
falleció. No se quiso quedar con mi madre y en parte
izcarme la piel del dorso de mi mano. Estaba nerviosa, y tene
r que la estuvo cuidando y al parecer no le cayó bien a mi querida abuela. Espero que contigo sea diferent
det
De hecho, mi pa
te asintió-. Le gustarás- concluy
voz apenas se oí
ecir, que únicamente le harás compañía e i
que deba saber y
Es alérgica a cualquiera tipo d
ten
l mundo. Tener un nieto como lo era el señor Hoffmann e
a vivir, una enorme casa con diseño moderno y un espectacular jardín con un peque
y sus piernas largas y bien atléticas bajo ese pantalón a juego con su america
salido de una
ro- me abrió la
de hacer eso con una emple
san esta estrategia para convencer la sob
aci
enfermará- miró a la tela fina que cubría mis hombros y as
El señor Hoffmann me presentó y me puse de cuclillas y la saludé amablemente. Era una señora bastante ele
ñora. Soy
de la mía que dejé caer segundos antes al inclinarme hacia e
s e
quien,
Es ella
e le sonrió a su abuela con esa hech
pero fuera de lo que fuese