beso de un hombre que le
a en confesarse, pero ¿cóm
de su malestar? Y le par
satisfactorio.
otectores, pero la verdad
era
antó y salió de la habitac
le. Caminando lentamente po
Era un señor jubilado al
e pasaba después de l
dul
en dos reales de paçoca
n el mos
Le entregó la bols
tu ma
de dolor de espalda
trabajo por el que había pa
con el dueño de la
r irse a casa y hacer
cho en lo que
a algo en lo que pensar.
omo esos eran motivos p
la a
ncentrarse completamente
e esforzó para que su
ender el contenido.
á, la mujer comentó emociona
la iglesia, pues creía
re mientras ella estaba en
ble
s a ensayar a l
eso antes", comentó M
go
a extraña, porque tenía
la iglesia a toda costa.
staba dejando a su hija
ca
había probado el pecado
ada, que ni siquiera había
lescencia sola, y ahora ta
é se trataba el pecado,
durante la universidad
de sus compañ
a su madre con los platos y
ado y aparentemente se acerc
as con un buen libro, p
a y le había prometido
era una buena excusa pa
rrada, así que se qu
dos veces su reloj y pen
ueno que se
cura? Una voz vino des
que le estab
ra que va a ensayar a
la mano a
erdas de mí,
riba abajo tratand
jo la joven, colocan
la d
onocerías". El chico
as la miraba. "No la he
sde la escuela secundaria
y pequeños, habían crecid
la escuela primaria. Por supu
eso... Y en ese enton
había dicho a su madre.
harían. Por t
ía vivías aquí. Re
én fuiste a la capi
se
versidad. Mi destino es l
ca de Se
dio cuenta de su atuend
no, el característico s
tió como si el tiempo rea
jugando fútbol en el patio d
o que nunca se olvidaría
escolar sola, sin amigos,
cción. No le gustaba
cuando estaba en medi
amente la vez que él le pidi
abía estado en ese moment
n beso. Bueno, ella p
amarillo se detuvo frente
jeans, tenis, remera neg
bía que un cura podí
nte le sonrió y se
riendo de la difícil si
riel?" preguntó Luis
para mira
es? ¿No te alegras
tó, sonriendo
tó. ¿Eran hermanos? ¿C
recordaba a Gabriel diciendo q
dido, porque en realidad ella
.. ¡Eso fue
yo voy después. - El
de la i
a eso, tomó la llav
ándose incluso de hacer la
co y se concentró en la i
sacerdote y su hermano, tra
e confesar un dato curios
s, pensé que era demasiado g
extra: tenía miedo de
eso. Nada, pen
uchó pasos acercándos
Lo escuchó suspira
do. Vamos al salón d
el sacerdote, pas
su rostro se llenó d
esperándola. No todos ell
nco de los veinte niños
endo, pero cuan
on de in