su reacción. Fue al baño y se cepilló los dientes. Se miró en el espejo. Estaba delgada, como siempre, y odiaba los huesos en su piel. Comía muy bien, pero nunca subía de peso. Los ojos azule
los dorados que nunca le habían importado. Y realmente estaba tratando de hidratar, corta
ez. La costumbre de tomar un sorbo de agua del grifo del fregadero no cambió, a pesar de las diversas recomendacionestaba orgulloso de haber intentado un día quitarse la vida. Pero también sabía que lo que más le dolía era e
semanales siempre se lo recordaban. Ya fue sola a los médicos y aunque estaba harta de las mismas consultas, siguió con el tratamiento, porque sabía que Ángela nunca
eso pensó que casarse podría cumplir lo que sentía. Los niños llenaban cada espacio vacío q
e, con su alegría y disposición. Ella le habló de todos sus sentimientos, por lo que supo que ella también debía cont
ó con jeans y una blusa blanca y tenis del mismo color, agarró su bolso y salió corriendo. Volvió a amarrarse el cabello en una cola
e. Llegué tarde ot
s? – se rió Cassiane recogiend
discutir una verdad como esa. Cas
rmist
ía mintiendo... Pero t
en una isla desierta?
cia al sueño, pero en ese momento, cuando esta
con un hombre que nunca
sueños son sueños
vayas, puedes dejar los platos y yo lavaré
No te preocupes. No me gusta que
... Creo que soy
re tu sueño
é que era raro. Si cierro
se rió Ángela. "Dijiste
a se
ra guap
Dijo Ángela riendo y dándole un bes
había olvidado de sus pulseras. Subió corriendo las escalera
tó junto a Patricio, como siempre. Era muy inteligente
lgaba el bolígrafo en su mano, se detuvo, un poco avergonzada, escuchando el ruido de sus propias pulseras resonando en la habitación. Y eso fue todos los días que la vida universitaria. Ni siquiera estaba segura de querer hacer administrac
a? ¿Tod
a Pat
ue p
amo y no me respondes
e di cuenta. Creo que estaba
s ojos se encontraron con los de Ca
ías, de todos mod
erás a A
mos en almo
a a mi casa esta noche. Tengo algun
mueca de fal
, avísame s
se
a. Nunca te acuerdas
tas cosas de qué hablar siempre que termino olvidando los mensajes. Pero prometo que e
que Bruna no le daría
no verlos, agarró su jugo y salió por la otra puerta para que nadie la notara. Bruna no soportaba a Catita, pero fingía que todo estaba bien entre los dos. Maiquel era su mejor ami
lama M
iquiera escuch
ellos y Patri
eguntó con el j
ría hacernos compañía. Aquí ha
men más tarde y necesito estudiar un po
tudiar... Siempre sacas
iró su
no va a func
se van a ver
preguntó sos
invitaría a almorza
o vie
ayer. - dijo Ca
invitó, pero
emente perfecto. Apuesto a q
– preguntó B
chicos saben que est
o haré. – dijo Bruna, tratando de
estaba muy
adio, ¿no? Especialmente si su equipo gana. – av
te del fútbol... Y otras
l vaso bajo sus dedos.
isa, amigos. Otra vez hablamos mejo
o redondeado, pechos llenos que siempre se mostraban en escotes pronunciados y un maquillaje impecable todos los días. Olía a sensualidad. Bruna no podía negar la belleza